[dropcap type=»1″]D[/dropcap]el viejo retablo de San Benito solamente se conserva el calvario que hoy preside el altar mayor. En el siglo XVIII José Churriguera realizó un camarín para la Virgen del Socorro, espacio que hoy ocupa una talla de la Virgen esculpida en 1994 por Valeriano Hernández Fraile.
El retablo actual es de piedra de Villamayor. Fue proyectado por el arquitecto Eustaquio Román. A los once años de su construcción se pintó imitando ágata, aspecto que presenta en la actualidad. También fueron pintados el Calvario y las esculturas de San Benito, San Joaquín, San Pablo y San Antonio Abad, tallas que habían sido esculpidas por Román Micó y José Sánchez Ruano. La sacristía se construyó utilizando la vía pública, en unos terrenos anexos a la iglesia cedidos por el Ayuntamiento en 1756.
Los dos enterramientos del presbiterio se corresponden con los de Arias Pérez Maldonado y el de su esposa Elvira Hernández Cabeza de Vaca. En el lateral del evangelio se encuentra la lápida de María Castaño de Bracamonte, muerta en 1507. En la parte trasera de la iglesia y en el lateral de la epístola se hallan lucillos y arcosolios de otros tantos miembros de la familia Maldonado. A la izquierda de la pequeña puerta que da al convento de la Madre de Dios está el enterramiento de Rodrigo Arias Maldonado, señor de Monleón.
En las paredes del interior de la iglesia, y en lugares estratégicos de su exterior y fachada, se pueden observar escudos de las familias Maldonado, Fonseca y Acevedo, este último, apellido materno del arzobispo. Llama la atención la presencia en el templo de la heráldica de los Ulloa, escudo que perteneció a la familia de la madre de los hijos del patriarca de Alejandría.
En la iglesia de San Benito podemos rememorar los dos bandos enfrentados en la revuelta comunera. Por un lado los Fonseca, que permanecieron fieles al emperador, con varios miembros de la familia muy activos en los enfrentamientos, con sus vasallos y sirvientes también muy implicados a favor de don Carlos, y por otra parte los Maldonado, que en su mayoría tomaron parte por el bando comunero.
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