Las protestas de los vecinos de un inmueble ubicado en la calle Álvaro Gil debido a los ruidos procedentes de una vivienda alquilada a universitarios, así como el trasiego bullicioso de jóvenes entrando y saliendo de la misma, determinaron el desalojo del piso por parte de la Policía Local de Salamanca.
En su interior se encontraban 52 personas, casi todas ellas estudiantes extranjeros que celebraban una fiesta y que abandonaron el inmueble, aunque con algunos incidentes que alteraron el descanso de los vecinos.
La medición efectuada en un piso colindante superó los 27 decibelios, máximo permitido por la ordenanza en vigor. Los hechos ocurrieron a las tres de la madrugada del viernes, día 19.
La Policía Local filió a tres universitarios de nacionalidad brasileña como arrendatarios responsables del piso denunciado, que deberán hacerse cargo de las sanciones correspondientes.
Además, otros cinco estudiantes que se encontraban dando voces en el portal del inmueble, también fueron identificados por una posible infracción a la ordenanza municipal de Protección de la Convivencia Ciudadana.