EL ENCUENTRO DE FENAVIN
[dropcap]F[/dropcap]enavin, la Feria Nacional del Vino, reúne cada dos años, “en un lugar de La Mancha”, en Ciudad Real, un número creciente de bodegueros y negociantes vitivinícolas. En la edición de 2017 -siempre con la Dirección eficaz y eficiente de Manuel Juliá- fueron 1.800, procedentes de prácticamente todos los países del mundo, habiéndose convertido la muestra en la mejor exposición española de vinos; sólo comparable con el salón Alimentaria, de la Fira de Barcelona, también bienal, en alternancia con la de la tierra de Don Quijote.
Encuentro con Grandes Bodegueros
Con ocasión de Fenavin-2017, tuvimos un encuentro de grandes bodegueros, con un equipo de historiadores, economistas, informáticos, etc., que estamos empeñados en hacer una Nueva Historia de España, en los términos que en este artículo vamos a exponer. Pero realmente empezaremos por una serie de posicionamientos de los ponentes del encuentro:
Carlos Espinosa de los Monteros, Alto Comisionado para la Marca España, se refirió a diversos aspectos de lo que es el Logo Hispaniorum, y lo enlazó con la enorme presencia de los vinos españoles en el mundo. Que tanto han ganado en calidad, y en los que hay raíces entrañablemente unidas a la idea de España, contribuyendo con sus aportaciones al aumento de nuestro comercio exterior.
Iván Llanza, Director de Comunicación del Grupo Osborne, se ocupó de su gran toro de lidia, que es sin duda el gran icono del diseño publicitario español del siglo XX. Desveló el origen, trascendencia y curiosidades en torno a la figura del poderoso astado, tras el cual hay una gran diversidad de productos Osborne, en expansión en los mercados internacionales.
Félix Solís, Presidente de Felix Solis Avantis, en su referencia a “De un lugar de La Mancha, al mundo entero”, se situó dentro del linaje de los cuidadores de los vinos de La Mancha, y planteó la necesidad de mejores precios para unos caldos de gran calidad en origen, que no obstate, en gran parte, se venden todavía como graneles.
Pelayo de la Mata, Marqués de Vargas, Presidente del Grupo Varma, habló de “La Historia, maestra de la vida… y del vino”. Don Pelayo sostuvo que la Historia ayuda mucho a viajar y a vender nuestros vinos en todas partes, e hizo una emotiva exposición de nuevos horizontes a lograr.
Por último en el turno de bodegueros, Jesús Rivero Roldán, Director General de la firma Marqués del Atrio, trató del tema “De cómo llegamos a una gran alianza con Oriente, y qué esperamos de ella”. Una alianza que permitirá a la empresa, participada por un importante grupo distribuidor de China – vender más de 30 millones de botellas en 2020.
Equipo de la Nueva Historia de España (NHE)
Tras las intervenciones de los grandes bodegueros, hubo después palabras de los miembros del equipo de NHE, empezando Luis Tejero, Presidente de la Fundación Saphan, una entidad inquieta por el pasado histórico de todos los españoles, que ha mantenido relación con historiadores como Fernando García de Cortázar, José Antonio Escudero, Emilio de Diego, y con estudiosos de la Historia como Ramón Tamames y otros, y que ofrece su apoyo al gran proyecto.
Siguió Pau Roca, Secretario General de la Federación Española del Vino (FEV), destacó la importancia del sector, y sus inmensas posibilidades, que conoce bien. Y sobre las que podrá influir desde París muy pronto en 2018, si triunfa, como es de esperar, su candidatura, que es la de España, a ocupar la Dirección de la Oficina Internacional de la Vid y el Vino, de gran importancia a escala mundial.
Adolfo Tamames Yraola, Ingeniero Informático, que puede servir a la causa con sus grandes conocimientos en materia de marketing en internet y distribución informativa de la Historia, para llegar a los más recónditos lugares del planeta en apoyo de gran expansión para nuestros vinos.
En cuanto a Emilio de Diego, Historiador, y a Ramón Tamames (principalmente Economista), corresponden los pasajes siguientes de este informe: Don Emilio, inquieto por la ignorancia de la historia en España y su desconocimiento en los medios internacionales -donde sigue actuando la Leyenda Negra-. En tanto que el autor de este artículo se refirió al modus operandi para poner en marcha el dispositivo Historia de España/Vinos españoles.
Origen de la NHE
El Prof. de Diego empezó por subrayar que el conocimiento de los españoles de su propia historia es, a todas luces, insuficiente, lo que conduce a desconocer la raíz de muchos de los problemas del país, a la hora de buscar las soluciones más adecuadas; o al menos para no reincidir en anteriores errores.
[pull_quote_left]Dentro de la juventud actual -y con todas las excepciones que se quiera-, aun entre sectores con niveles de estudios realizados, al menos en parte, fuera de España, apenas se conocen pasajes de nuestra historia[/pull_quote_left]Dentro de la juventud actual -y con todas las excepciones que se quiera-, aun entre sectores con niveles de estudios realizados, al menos en parte, fuera de España, apenas se conocen pasajes de nuestra historia, y casi nunca se va más lejos de una mención rutinaria sobre piezas muy convencionales. Eso sucede con temas como primeros pobladores de íberos y celtas, ubicaciones que tuvieron en Iberia otros pueblos mediterráneos, la larga romanización, y las invasiones de las etnias de bárbaros, llegados a Hispania al fin del Imperio de Roma. Después llegó la invasión árabe, y una Reconquista que queda en la penumbra, para finalmente florecer los Reyes Católicos, y en la exaltación de ese momento como la pretendida unidad nacional, de forma simplificada y difusa.
Algo parecido ocurre con la época del Imperio Español de los siglos XVI al XIX. No se valora suficientemente el comienzo y desarrollo de lo que fue una gran eclosión de España en el Nuevo Mundo (las Américas y el Pacífico), según la traza del Tratado de Tordesillas de 1494 con Portugal para la división del globo. Y por otro lado, subsisten no pocas falacias sobre lo que fue el conjunto de la Monarquía Hispánica en todo el tiempo conocido como la “Hegemonía Española”.
En lo que se refiere a la nueva dinastía de los Borbones desde 1700, se evidencian notables lagunas en el conocimiento general, ignorándose las importantes reformas a lo largo del siglo XVIII a ambos lados del Atlántico. Como sucedió con la batalla de Cartagena de Indias (1741) en que Blas de Lezo derrotó una flota británica mayor que la Armada Invencible de 1585. Con episodios ulteriores como la más que notable ayuda de España a la independencia de EE.UU. (1776-1782), con figuras como Bernardo de Gálvez y Diego de Gardoqui.
En la lucha contra Bonaparte no se aprecia suficientemente el conjunto de episodios, como la Constitución de 1812 y especialmente la configuración de la Nación Española. Ignorándose casi por completo lo que fue la emancipación de la América continental, que se tradujo en el nacimiento de una veintena de repúblicas hispanoamericanas.
Más oscura para casi todos resulta la andadura española en el siglo XIX. Para la inmensa mayoría viene a ser un auténtico arcano, en el cual no distinguen los diversos periodos de evolución, desde el absolutismo de Fernando VII, a la revolución de la burguesía liberal. A la que siguió la etapa del moderantismo, la nebulosa de todo lo referente al carlismo. O lo que supuso la revolución de septiembre de 1868; con la apuesta por la democracia que hizo Prim con un modelo para España, que no pudo aplicarse tras la muerte del General en atentado.
Tampoco se sabe por los más de nuestros compatriotas lo fundamental de lo que fue la Restauración canovista, definitivamente varada con el Desastre de 1898. Que comportó la pérdida de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la Micronesia, tras la disparatada guerra con EE.UU.
Por lo demás, no se comprende nuestro siglo XX, en cuyo transcurso se hallan no pocas de las raíces de los problemas actuales del siglo XXI. Se contempla generalmente el transcurso histórico con un análisis insuficiente de la frustración del regeneracionismo, y el conflicto de Marruecos (con la Semana Trágica y el Desastre de Annual). Que a la postre originarían la dictadura de Primo de Rivera -de gran progreso económico y social-, con la ulterior caída de Alfonso XIII.
De la infortunada Segunda República que siguió, vemos que está sacralizada por unos y demonizada por otros. Apenas conociendo nombres como los de Azaña, Calvo Sotelo. Los esfuerzos de los Alcalá-Zamora, Besteiro, Prieto, y el papel de los intelectuales -Ortega, Américo Castro, Claudio Sánchez Albornoz, etc.-, que trataron de evitar una guerra civil, de cuyos orígenes y desarrollo se sigue en ayuno por muchos, a pesar de la densidad historiográfica de aquella tragedia.
Por lo demás, el tratamiento histórico del franquismo (1939-1975), no se hace aún con un mínimo rigor. Sobre todo se convierte el periodo 1939 a 1975 en la noche obscura de una etapa de dictadura ominosa, que lo fue en aspectos decisivos. Lo cual no debe conducir a la ignorancia de las diferentes etapas, de casi cuatro décadas, con grandes avances económicos y sociales desde el Plan de Estabilización de 1959. Logrados con el trabajo de varias generaciones de españoles, muchos de ellos descontentos del país en que vivían, pero que trabajaron por su patria con entusiasmo. En definitiva, un régimen de ausencia de libertades políticas, pero durante el que emergió la amplia clase media, que más tarde permitiría la transición pacífica a la democracia.
Del Modus Operandi del proyecto NHE/Vinos españoles, que expuso el Prof. Ramón Tamames -el que suscribe-, nos ocuparemos la próxima semana.
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