¿Te gustaría saber qué ver en Salamanca? www.lacronicadesalamanca.com te presenta una guía con los sitios imperdibles durante tu visita a esta ciudad. Un lugar que preserva su historia entre un intenso espíritu universitario. Con simbolismos que te invitan a descubrirlos desde el mismo momentos que llegas.
Qué ver en Salamanca durante tu visita
Salamanca está llena de rincones que vale la pena disfrutar. Tómate tu tiempo para caminar por sus calles y encontrarte cara a cara con esos detalles que han preservado la historia de la ciudad durante siglos.
Puedes visitar Salamanca en dos días y conocer los lugares más emblemáticos. Pero el encanto de la ciudad hará que te quieras quedar más tiempo. Te encantará descubrir las leyendas que encierran algunos edificios o pasearte descubriendo los símbolos que se han ganado fama en esta ciudad.
¿Estás listo para descubrir Salamanca? Acompáñanos por este breve recorrido por la ciudad que desde 1988 ostenta el título de Patrimonio de la Humanidad.
1. Puente romano de Salamanca
La misma entrada a la ciudad es un lugar lleno de historia. También conocido como Puente Mayor del Tormes, la estructura construida en el siglo I por los romanos fue el único acceso a Salamanca durante siglos.
Tiene 358 metros de longitud y es una estructura sólida que ha resistido el paso del tiempo. Aunque desde su creación tuvo que enfrentar el poderoso cauce del Tormes. Como consecuencia de grandes riadas, varios arcos fueron destruidos y tuvieron que ser reconstruidos. Los arcos de fabricación romana y los nuevos -que datan de 1677- se pueden distinguir entre sí.
Al inicio del puente se encuentra el Verraco del puente romano de Salamanca. Una escultura de origen vetón tallada en piedra. La figura representa un toro y está descabezada. Esta escultura se menciona en la novela El Lazarillo de Tormes que, por cierto, también tiene una estatua muy cerca del puente.
2. La ciudad de dos catedrales
Salamanca es una de las pocas ciudades que se da el lujo de tener dos catedrales. La vieja o la catedral pequeña, que se construyó entre los siglos XII y XIII tiene un estilo románico y gótico. La nueva se construyó entre 1513 y 1733, con un estilo gótico.
La Catedral Nueva de la Asunción de la Virgen debía sustituir a la vieja que se había quedado pequeña para la ciudad. Pero luego se decidió mantenla. Ambas comparten una de las paredes y se comunican por dentro.
El retablo mayor y la Torre del Gallo son parte del atractivo de la catedral vieja. En cuanto a la catedral nueva, encontrarás algunas sorpresas en su fachada.
En la puerta de Ramos está la figura de un astronauta esculpida en piedra. Pero esta no siempre estuvo allí. Se incorporó a la puerta durante su restauración en 1992. No es la única curiosidad que se encuentra en esta puerta, también hay un dragón sonriente con un helado de tres bolas.
3. Universidad de Salamanca
Entre las primeras cosas que hacer en Salamanca es obligatorio incluir la visita a la Universidad de Salamanca. Es la universidad más antigua de España, fundada en 1218, está cerca de cumplir 800 años de historia.
No solo es el centro de la vida cultural de Salamanca, sino que la estructura en sí es una joya. La fachada está tallada en piedra. Otros elementos como el artesonado mudéjar, la escalera renacentista y la puerta gótica son apenas parte de su atractivo.
Pero el encanto de la Universidad de Salamanca no solo radica en lo estético, sino en la historia que encierra. Y también en las personalidades que han pasado por sus pasillos como profesores o alumnos. Entre ellos se encuentra Fray Luis de León, de quien hay una estatua en el Patio de Escuelas. También pasaron por allí Unamuno, Calderón de la Barca y San Juan de la Cruz.
No se puede hablar la universidad sin mencionar la rana esculpida en la fachada. En torno a este detalle ornamental hay varias leyendas. La que se ha hecho más popular es que los estudiantes que entran a la universidad tienen que encontrarla o no superarán los exámenes.
Una pista: la rana se encuentra sobre una calavera.
4. La Clerecía y Universidad Pontificia
La Universidad Pontificia forma parte del conjunto arquitectónico que es la Clerecía. Se trata de un edificio de estilo barroco, que se terminó de construir en 1755, más de un siglo después de haber iniciado los trabajos.
Su fachada es una de las más reconocibles en Salamanca. La cúpula en el interior de la iglesia mide más de 50 metros de alto. También están las Torres de la Clerecía, que al subirlas ofrecen una panorámica especial de la ciudad.
En el conjunto construido por los jesuitas, aún vive un grupo de religiosos, por lo que no se puede ver en su totalidad. Pero el área que está abierta al público es imperdible.
5. Casa de las Conchas
Frente a la Clerecía se encuentra la Casa de las Conchas, un edificio gótico que se convirtió en otro de los emblemas de la ciudad. Su construcción inició en 1493 y se terminó 20 años después. En su fachada se observan cientos de conchas que representan a la orden de Santiago, a la cual pertenecía Rodrigo Arias quien encargó la construcción.
En torno a su fachada también hay una leyenda. Se dice que debajo de una de las conchas se encuentra un tesoro.
Hoy en día, en la Casa de las Conchas se encuentra la biblioteca pública y la oficina de información y turismo.
6. Plaza Mayor
Ningún mapa turístico Salamanca deja por fuera la Plaza Mayor. Es el centro social de la ciudad. Tiene un estilo churrigueresco, variante del barroco, diseñada por el arquitecto Alberto Churriguera, hermano de José y de Joaquín Churriguera. La plaza está rodeada por edificios importantes, como el Ayuntamiento.
Su construcción se dio entre 1729 y 1756. Sobre los arcos de la plaza se muestran medallones con personajes famosos de la historia de España.
Tiene numerosos cafés y restaurantes, donde turistas y locales se reúnen para comer. Es una visita imprescindible y puedes ir a cualquier hora del día. Siempre encontrarás gente y disfrutarás de la esencia y arte que exhibe el lugar.
7. Cueva de Salamanca
Ya que hemos mencionado algunas de las leyendas que giran en torno a la ciudad, no podemos dejar por fuera este lugar. La Cueva de Salamanca se encuentra en lo que fue la cripta de la iglesia de San Cebrián.
Se dice que el diablo se disfrazaba de sacristán y daba clases de brujería a un grupo de estudiantes en ese lugar. De su grupo de alumnos, uno sería escogido para quedar a su servicio.
Cierto o no, si te gustan los viajes con un poco de misterio, no te puedes perder la visita a la cueva. Y si las ruinas como tal no te atraen mucho, puedes subir a la torre desde ahí podrás disfrutar de Salamanca desde las alturas.
8. Palacio de la Salina
Este edificio data de 1538 fue utilizado como depósito de sal, de allí viene su nombre. En el siglo XIX pasó a ser la sede de la Diputación de Salamanca hasta hoy en día. En el interior aún conserva uno de las habitaciones que se utilizaban para guardar la sal.
Está cerca de la Universidad Pontificia, lo reconocerás por la emblemática puerta de hierro que dan paso a su interior. Una parte está construida en estilo gótico. Sobre las columnas encontrarás figuras desnudas que las adornan.
9. Convento de San Esteban
Es un convento dominico que se construyó entre 1524 y 1610. Se encuentra en la Plaza de Concilio de Trento. Destacan la fachada, con una decoración de estilo plataresco. En la iglesia están presentes los estilos gótico y renacentista.
La escalera de Soto, el claustro y la sacristía son parte del atractivo que tiene este convento.
Además de San Esteban, también hay otros conventos que se pueden visitar en la ciudad. Como el Convento de las Dueñas, donde puedes disfrutar de los dulces que preparan las monjas.
10. Casa Lis
Su arquitectura moderminista la diferencia del resto de la ciudad, con un estilo más antiguo. La casa sorprende desde el exterior gracias a la galería de cristal de su fachada. En su interior se encuentra el Museo de Art Nouveau y Art Déco.
El museo está al lado del Tormes, cerca del Puente Romano. Ahí se encuentran objetos de la colección privada de Ramón Ramos Andrade. Son alrededor de 3000 piezas que incluyen muebles, muñecas de porcelana, abanicos, entre otros.
¿Dónde comer en Salamanca?
Una visita a Salamanca no está completa sin comer en algunos de los lugares emblemáticos de la ciudad. En la Plaza Mayor está la cafetería Berysa, un histórico que ha sabido adaptar la tradición a las nuevas tendencias.
Es quizá la mejor de las alternativas que tienes para comer mientras recorres Salamanca.
Y en la Escuela de Hostelería, cerca de la Catedral Vieja, está el Fonda Veracruz, donde verás a los alumnos mientras cocinan. Eso sí, debes reservar con mucha anticipación para disfrutar de la comida de este lugar.
Cada rincón de la ciudad esconde un poco de historia. Hay muchos otros sitios que querrás visitar una vez que llegues a Salamanca. ¿Recomiendas otro lugar que ver en Salamanca? Contáctanos y cuéntanos sobre el mismo.