Los profesionales del centro de salud del barrio de San José estaban este miércoles indignados por la agresión sufrida la víspera por el doctor Felipe.
«Las agresiones verbales son frecuentes, pero no llegaban a ser físicas», comenta una profesional. «hasta ahora pensábamos que las amenazas que recibíamos eran bravuconadas, pero ahora han ido a por él», prosigue dando la cara.
«Esto no es agradable. Estamos indignados. No estamos dispuestos a consentir que un grupo de presión pretenda amedrentarnos y nos diga a la fuerza como tenemos que hacer nuestro trabajo», explicaba antes de desvelar que es frecuente ese colectivo, de etnia gitana, compre medicamentos por su cuenta en la farmacia y sin avisar al médico, y luego acudan a su consulta para que les haga la receta, por ejemplo.
«No queremos culpabilizar al colectivo gitano, pero sí hay problemas«, en el día a día. «Un guardia de seguridad puede disuadirlos. Que pongan un guardia de seguridad. Lo hemos pedido reiteradamente, pero siempre nos dan largas -en Sanidad-«, denunció.