El neumólogo del Complejo Asistencial salmantino Miguel Ángel Hernández asegura que la Unidad de Tabaquismo, por la que pasan más de 600 pacientes cada año, es un “recurso indispensable en un centro sanitario del siglo XXI”.
– ¿Por qué se celebra el Día Mundial del Tabaco?
– Se instauró como un día óptimo para promocionar los hábitos saludables, principalmente el abandono del consumo de tabaco, incidiendo en las ventajas de la vida sin fumar para conseguir una mejor calidad de vida. Se celebra en todo el mundo para sensibilizar a la población.
– Las cifras mejoraron con la Ley Antitabaco, ¿se sigue reduciendo el número de fumadores?
– La Ley de 2010 supuso un gran avance en la lucha de las instituciones públicas contra el consumo de tabaco, logró reducir un 4% el número de fumadores y permitió liberar de humo centros de trabajo, públicos, escuelas, hospitales, etc. Todavía tenemos que avanzar en el cumplimiento de la ley, pero en general ha tenido resultados satisfactorios. Estamos en la línea de países de nuestro entorno, pero algo lejos de los países nórdicos.
-¿Qué efectos produce en la salud fumar?
– Afecta en múltiples aspectos. Produce enfermedades respiratorias crónicas, como la EPOC, bronquitis crónica, enfisema pulmonar… Produce enfermedades cardiovasculares, aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica o accidente cardiovascular; produce alternaciones a nivel gastrointestinal, renoureteral y produce múltiples tumores en muchos niveles, el del aparato respiratorio, digestivo, urinario… En las mujeres, además, tiene efectos sobre el aparato reproductivo: más infertilidad, adelanta la menopausia… Produce efectos nocivos a todos los niveles y evitar el consumo es la mejor medida que se puede tomar para mejorar la salud individualmente y a nivel colectivo.
-¿Cuántos pacientes atienden en la Unidad Antitabaco del Complejo Asistencial?
– Se han tratado miles de pacientes, del orden de 600 o 700 pacientes al año. Normalmente vienen derivados de otros especialistas o de Atención Primaria, derivan a pacientes que estimas que precisan ayuda farmacológica y especializada para dejar de fumar. Se están consiguiendo resultados muy favorables, un altísimo porcentaje de abstinencia tabáquica después de los tratamientos y es un recurso indispensable en un centro sanitario del siglo XXI.
– ¿Qué método se utiliza para dejar de fumar?
– Muchos fumadores no se creen que son capaces de dejar de fumar. Nosotros les convencemos de algo que es verdad: que todos los fumadores pueden dejar de fumar. Se hace un abordaje multidisciplinar, psicológico, con terapia congnitiva-conductual. También utilizamos tratamiento farmacológico si está indicado para personas con alta dependencia nicotínica. La nicotina es la droga que produce la adicción al consumo de tabaco. Si el tabaco no tuviera droga, no se compraría. Es un producto que no alimenta, cuesta caro y que, encima, perjudica. Si no tuviera una droga que hace que los fumadores se vean obligados a consumirla, nadie lo consumiría.
– ¿Cuál es el principal reto que tiene ahora por delante la Unidad de Tabaquismo del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca?
– Mantener el nivel de actividad y aumentar la capacidad de admitir a más pacientes para tratamientos. Nos gustaría aumentar la oferta y reducir los tiempos de espera. Es necesario que haya más profesionales implicados contra el tabaquismo porque es el principal factor de riesgo cardiovascular y la primera medida que hay que implementar si se quiere mejorar la salud de las personas.