Opinión

Todo va como la seda

cristobal montoro
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

[dropcap]C[/dropcap]omo diría nuestro inefable y huidizo presidente del gobierno, al que desde aquí le recomendamos que sea fuerte y le aseguramos que hacemos todo lo que podemos: todo va como la seda.

Somos la vanguardia, el ejemplo a seguir, y como viene siendo tradicional, la reserva espiritual (y futbolera) de Occidente. Somos la repanocha.

En nuestros dominios no se pone el sol porque no sale. Como seremos que hemos estrenado el mecanismo europeo para liquidar bancos en dificultades, después de todo lo que nos ha llovido encima en este terreno anfibio y resbaladizo del rescate bancario.

Ya digo: la vanguardia de la posmodernidad.

Este «estreno» avant-garde de un mecanismo de liquidación debe ser algo muy parecido a ir por delante de todos los demás en I + D.

Que nadie dude que estamos abriendo caminos desconocidos, nuevas vetas de negocio, nuevos mecanismos de saqueo y liquidación, nuevas maneras de estafar a la gente, inusitadas maneras de llamar a las cosas por su falso nombre.

Nunca hemos sido rescatados y quien diga lo contrario miente.
Que a cambio de «esa cosa» que algunos insisten en llamar rescate hayamos comprometido el recorte de nuestros derechos y suspensión de todo lo que da fundamento y sentido a una sociedad: los instrumentos sociales de cohesión, la sanidad pública, la educación, las pensiones… no significa nada. Es como si no hubiera ocurrido.

Usted puede vaciar de contenido un Estado y aun así quedará una cáscara con un bonito nombre: España, Estado, Patria, Unidad nacional… lo que usted quiera.

Como animales primigenios de aquel paraíso terrenal de inocentes, tenemos el don libre y estupendo de poner nombre a las cosas.

Lo que pasa es que a veces las palabras y los nombres usados en vano se parecen mucho a las burbujas que explotan.

Leo en artículo de El País: «El 9 de junio de 2012 España pide el rescate. Rajoy y Guindos insistieron en que este préstamo sólo conllevaba condiciones para el sector financiero. Sin embargo, al poco se reconoció el contenido del memorando, que recogía un largo listado de reformas económicas. La Troika aterriza en España. Se congelan las pensiones, se recorta la prestación de paro, se ajusta la plantilla de sanidad y educación y se aprueban las mayores subidas de impuestos de la historia reciente».

Que un montón de banqueros inútiles, y un montón de supervisores inútiles -inutilidad que en este ámbito va unida tantas veces a la delincuencia- haya hecho piña con una recua de políticos corruptos y aforados para llegar a este punto, no tiene mayor trascendencia.
Lo importante es que hemos llegado a tiempo de rescatarlos, a unos y a otros.

Aunque sea a costa de las pensiones, y de la sanidad, y de la educación, y del futuro de los más jóvenes.
Me atrevería a decir que a cuenta incluso de la unidad nacional. Pero en fin, en este terreno todo lo que se diga suena artificioso, cuestionable, metafísico.
Lo real, lo verdaderamente palpable, es que los corruptos de Cataluña se parecen como dos gotas de agua a los de Madrid, y que los recortes de allí se parecen mucho a los del resto de España.

Ahora eso sí, en lances de fútbol nos implicamos como nadie. Qué pasión ponemos, cómo lo vivimos, qué delirio colectivo y solidario, que manera de gritar todos a una -como Fuenteovejuna- ese Gooollll estentóreo que aterroriza como un trueno de tormenta a todos los perros del barrio.

Por cierto, ¡que grandes psicólogos son estos inteligentes animales!
¡Como detectan! ¡Cómo huelen el peligro!

A ellos, el desmadre futbolero y el discurso sincopado y reducido a un sólo término evacuado con doloroso espasmo de abdominales: ese Gooollll que dice tanto con decir tan poco, les produce terror.
A mi horror vacui.

El Tribunal Constitucional dicta ahora sentencia en la que establece que la amnistía fiscal del alegre  Montoro no es de recibo ni envuelta en papel de regalo. Y es que Montoro, un auténtico anti-Robin Hood que -como todo neoliberal que se precie- roba a los pobres para dárselo a los ricos, se sacó de la manga un procedimiento que a cualquiera con espíritu democrático y dos dedos de frente, ya desde el primer momento parecía cosa rara, sin pies ni cabeza. Algo así como un fraude (anticonstitucional) bendecido por altas instancias cuya finalidad era bendecir y dar por buenos otros muchos fraudes más.

¡Pero a quien se le ocurre perdonar a los defraudadores fiscales para hacer pagar el fraude y sus consecuencias a los que no defraudan!
Es decir, a los pensionistas, a los asalariados, a los trabajadores públicos, a los dependientes, a los parados, a los que menos tienen.
¿Es esta la igualdad ante la ley que pregona la Constitución?

¡Mira que tenían razón los indignados del 15M!

La crisis la están pagando las víctimas. Sus autores y fautores se van de rositas.

[pull_quote_left]El gobierno portugués, lleno de «extremistas de izquierdas» y de «radicales», según la terminología al uso de los lavadores de cerebros, es al día de hoy la envidia y el ejemplo de toda Europa, y motivo de satisfacción y orgullo para sus ciudadanos.[/pull_quote_left]El invento del alegre Montoro afecta, según se lee: «a la esencia del deber de contribuir al sostenimiento de los gastos públicos, alterando sustancialmente el reparto de la carga tributaria a la que deben contribuir la generalidad de los contribuyentes, según los criterios de capacidad económica, igualdad y progresividad».

Por otro lado, el gobierno portugués, lleno de «extremistas de izquierdas» y de «radicales», según la terminología al uso de los lavadores de cerebros, es al día de hoy la envidia y el ejemplo de toda Europa, y motivo de satisfacción y orgullo para sus ciudadanos.
Y todo gracias a una fórmula de coalición de izquierdas que se podría haber aplicado en España sí Felipe González y su gestora golpista no se hubieran empeñado en lo contrario.

Protección de los salarios, de los servicios públicos, de las pensiones, de una política socialdemócrata que sin complejos le ha plantado cara, en su defensa de los derechos sociales, a la barbarie neoliberal en Europa.

A ver si aprendemos.

Según dicen, ellos han aprendido mucho de nuestros errores.

POSDATA:

El secreto detrás de la increíble recuperación económica de Portugal: ¿cómo hizo para reducir el déficit y al mismo tiempo aumentar los salario. Ver aquí

— oOo —

 

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Te recomendamos

Buscar
Servicios