Estruendo atronador, luz de colores y aplausos, así se pueden resumir los treinta minutos que duró el espectáculo pirotécnico en honor de San Juan de Sahagún
Colores, luz y mucho ruido. El cielo de Salamanca parecía que estallaba en mil pedazos, pero esa sensación desaparecía con la misma facilidad que las centellas de los fuegos artificiales se apagaban.
Una coreografía que tuvo a miles de salmantinos mirando al cielo, unos apostados en las cercanías del Puente Romano, otros en el Enrique Estevan y algunos en el parque Elio Antonio de Nebrija, justo en este punto se produjo un pequeño incendio provocado por la sequía, las altas temperaturas y las chispas que desprendían alguna de las tracas pirotécnicas.
GALERÍA DE LOS FUEGOS ARTIFICIALES.