La polémica licitación de la gestión de las Escuelas Infantiles – en el ojo del huracán por la aparición del nombre de Fernández Mañueco en la trama del ‘Caso Lezo’ – no termina de resolverse. Este viernes se ha reunido la Comisión Técnica de la Comisión Ejecutiva de la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes para abrir el sobre número uno presentado por las dos empresas que pretenden hacerse con dicha gestión.
Las dos licitadoras, Eulen (que ya las gestionó con anterioridad, así como las piscinas donde dejó obras sin hacer por varios millones) y una Unión Temporal de Empresas (UTE), formada por Azvase y Clequali (esta última gestiona las piscinas municipales junto a Wellness, excepto la del Helmántico que sigue en manos de Eulen) presentan problemas en la documentación requerida, tanto en lo referido al objeto social como en lo relativo a requisitos para la solvencia técnica, económica y financiera exigidos para hacerse con la gestión de las Escuelas Infantiles, el servicio de comedor y el mantenimiento de las instalaciones.
La Comisión Técnica ha decidido remitir la documentación a la asesoría jurídica municipal para que la estudie y, en una nueva reunión, decidir si es posible proceder a la apertura del sobre número dos, o si una de las ofertas – o ambas – son excluidas. En el último caso, la licitación quedaría desierta y habría que adoptar un nuevo acuerdo sobre la gestión de las Escuelas Infantiles.
Tanto Eulen como la unión temporal de empresas en la que está Clecuali, han presentado sus ofertas a punto de cerrarse el plazo, el pasado 19 de junio.
Han apurado tanto, que cabe pensar si no se han visto empujadas a presentarse a la desesperada presionadas por Mañueco o alguien de su equipo de Gobierno ante la perspectiva de que el concurso quedara desierto tras la desactivación de la empresa formada por la mujer de Ignacio González y la empresaria salmantina de Mis Pollitos, en el transcurso de la operación Lezo de la Guardia Civil, a finales de abril. Y es que los pliegos se habían modificado respecto a convocatorias anteriores y se habían endurecido extraordinariamente los criterios económicos y de experiencia en el sector, en lo que parecía un traje a medida para una empresa concreta.
En una conversación grabada a los hermanos González, el expresidente de Madrid se jactaba de conocer “bastante” a Mañueco, quien le habría prometido cuatro escuelas infantiles en Salamanca.
Quizá esa precipitación de última hora les haya llevado a no cumplimentar debidamente la documentación requerida o justificar adecuadamente los requisitos que se exigían, entre ellos, los de haber facturado al menos 1,2 millones en el sector en 2016 y tener una experiencia de cinco años.
Han apurado el plazo para aspirar a un contrato suculento (7,2 millones en seis años) y resulta que sus propuestas tienen defectos. Algo sigue chirriando en todo esto.