[dropcap]L[/dropcap]a cocina del Berysa, el céntrico establecimiento de la Plaza Mayor, ha elaborado la carta veraniega.
Son seis propuestas exquisitas elaboradas con ingredientes de primera calidad y bien compensadas en sabor, textura y visualidad para que los clientes del Berysa disfruten por igual de las magníficas vistas y de las sabrosas viandas.
Milhojas de patata.
De la huerta al plato. El cocinero del Berysa ha elaborado un bocado cuya estructura la conforman las láminas de patatas, en la que se entremezclan el pimiento, pepinillo y brotes de remolacha. Todo ello coronado por un rulo de cabra a la plancha.
Solomillo marinado.
El solomillo es una de las partes nobles del cerdo ibérico. En esta ocasión, el chef del Berysa lo presenta marinado en aceite de oliva. El solomillo se asienta sobre una cama de lechuga mini y pimiento.
Manita de anchoa y boquerón.
El mar en la Plaza Mayor. La cocina del Berysa presenta un bocado sorprendente en sabor, color y originalidad. Anchoas y pepinillos y un nido de boquerones y remolacha. Todo ello complementado con una vinagreta.
El Charro.
El clásico del Berysa. El céntrico establecimiento se caracteriza por tener unos jamones y embutidos extras. Por ello, en las propuestas gastronómicas para este verano había que incluir el jamón ibérico. En esta ocasión, acompañado de puntillas de espárragos trigueros.
La ensalada Berysa.
Suculenta y apetitosa así es la ensalada Berysa, donde los mejillones conviven con la patata, el boquerón y la anchoa. Además, los comensales degustarán un ingrediente secreto. Ese que solo conoce el chef y que en el paladar sorprenderá al que lo saboree.
Sensación de la huerta.
Explosión de sabores en la boca por lo refrescante. Es quizá el pincho más veraniego por el recuerdo del tomate fresco, la ensaladilla y la lechuga. Este plato recuerda al placer de comer un tomate recién cogido de la huerta del abuelo.