– ¡Mamá! ¡Mamá, no lo entiendo!
– ¿Cuánto te queda? ¿Ya es el último?
-Me quedan dos ejercicios y otra asignatura
-Déjame ver…
La madre se sienta junto al niño mientras las agujas del reloj marcan las 9:20 horas, al fondo se oye el chisporroteo de las patatas en el aceite y por la ventana entra suavemente la luz de la farola.
-¿Puedo salir hoy a jugar cuando acabe?
-No, ya es demasiado tarde…
Hay un gran desacuerdo en relación a los deberes escolares, ¿son necesarios? ¿en qué curso deberían comenzar los deberes? ¿qué cantidad de tiempo diario habría que dedicar a ellos? ¿es preciso que los padres realicen deberes junto a sus hijos? ¿son beneficiosos?
Entre los argumentos a favor de los deberes están los resultados de investigaciones que sugieren que existe correlación entre la realización de deberes escolares y el nivel de rendimiento académico, esta correlación varía según el curso.
Los argumentos en contra se dirigen a que un desajuste en la cantidad de deberes y la dificultad de los mismos para ser llevados a cabo de forma autónoma generan tensiones a niños y familias, y esas tensiones repetidas en el tiempo dan lugar a otro tipo de problemas.
Seamos partícipes de una u otra postura, sí hay algo que podemos hacer para mejorar el rendimiento de niños y niñas, y optimizar el tiempo dedicado al estudio. Se trata de enseñar a organizarse, enseñar a planificarse, enseñar ciertas estrategias de aprendizaje y de memorización, en definitiva, enseñar técnicas de estudio que serán más eficaces en la medida que se adapten a las características personales del niño.
En Centro Esnia ofrecemos un curso individualizado de técnicas personalizadas de estudio.