El alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, aprovechó una comparecencia pública de este viernes para hablar sobre el voto favorable del Partido Popular a la creación de una comisión de investigación sobre la posible vinculación de Mañueco en la trama Lezo. El primer edil se defendió declarando que todo lo que se dice sobre él es falso y que su vida es completamente “transparente”.
Hace unos meses, el nombre de Fernández Mañueco salió en una de las conversaciones de la investigación de la trama de corrupción Lezo. Se le atribuía haber prometido a una empresaria la licitación municipal del contrato de guarderías. Después de tal grave acusación, los partidos de la oposición pidieron la convocatoria de un pleno extraordinario para que Mañueco diera explicaciones. Sin embargo, ninguno de ellos declaró haber quedado satisfecho con el resultado y se propuso, entre otras cosas, crear una comisión de investigación. Esta propuesta se aprobó en el pasado pleno municipal con el voto favorable del PP.
“El PP está a favor de la máxima transparencia frente a quienes lo que pretenden es generar ruido, controversia y confrontación”, declaró el alcalde, “en el momento en el que salieron esas informaciones, yo personalmente di un comunicado a los medios; se han dado las explicaciones por parte del Grupo Popular por su portavoz; se convocó por mí, a petición de distintos grupos del Ayuntamiento, un pleno para que se diera información; se ha dado información por mi persona de todo aquello que se podía informar. De hecho, todas las preguntas que han hecho están contestadas, salvo las que son juicios valorativos”.
“Son falsas todas las afirmaciones que se hacen contra mi persona en este asunto”, ha dicho rotundamente Mañueco. El alcalde se defendió argumentando que “mi vida es clara, transparente, cristalina” y añadió “yo ya no sé qué es lo que puedo hacer más”. “Les pongo a ustedes por testigos de lo que es mi honorabilidad, mi transparencia y mi honradez”, afirmó.
Como ponga como ejemplo de honorabilidad y transparencia lo que hace con el reparto del dinero municipal entre los medios de comunicación, por poner un ejemplo, es de todo menos tranquilizador.
Texto y foto: Paula Castro Morán /LCS
