[dropcap]H[/dropcap]oy, 18 de julio de 2017, Miguel de Unamuno y Jugo, Diputado en Cortes, desde 1931 al 33, ha vuelto a estar presente en el Palacio del Congreso de los Diputados, después de 84 años de ausencia.
Y lo ha llenado, no con su insustituible voz, sino con la de Francisco Blanco Prieto, Presidente de la Asociación de Amigos de Unamuno, de Salamanca.
¿Con qué motivo ha vuelto al Congreso? Por la presentación del libro Unamuno en las Cortes Republicanas, publicado por el Ayuntamiento de Salamanca, del que es autor el conferenciante.
Para la ocasión, ¿qué mejor lugar que el Palacio del Congreso de los Diputados, testigo de la gran Historia, y, dentro de ella, de la siempre ardiente palabra de Unamuno?
Con tal motivo y en tal ocasión, numerosos salmantinos, de nacimiento y de adopción, han -hemos- querido acompañar a nuestro amigo en tan señalada fecha, unos en un autobús que hemos fletado y llenado, y otros por los medios que fuesen. ¡Merecía la pena!
La presentación del libro corrió a cargo de Ana Pastor, presidenta de las Cortes, e intervino Alfonso Fernández Mañueco, alcalde de Salamanca,.
Francisco Blanco, profundo conocedor del pensamiento e ingente obra de Unamuno, nos habló de sus discursos, vivencias, ilusiones y desencantos, resaltando su total independencia de pensamiento y su soledad en el Parlamento, siempre en relación con aquel tempestuoso tiempo en que fue Diputado en las Cortes Republicanas.
A continuación, Salvador Sánchez-Terán y José Antonio Bermudez de Castro ampliaron, con sus grandes conocimientos, detalles del hacer unamuniano durante aquellos años.
El acto fue cerrado brillantemente por Ana Pastor con sentidas palabras de afecto a Salamanca.
Los aplausos, esta vez unánimes, resonaron el Ágora, no sólo por las acertadas palabras de Francisco Blanco, sino por el recuerdo y homenaje a aquel gran hombre que se llamó Miguel de Unamuno y Jugo. ¡NADA MENOS QUE TODO UN GRAN HOMBRE!
Texto: Emiliano Jiménez.
Fotos: Benito Blanco.