Opinión

La hija de Gilda

 

rita plano[dropcap]M[/dropcap]uchos de los que vais a leer mi «ocurrencia» de esta semana intuís el final y a que me voy a referir. Pero quizás haya alguien que no sepa quien fue Gilda o no lo recuerden. Aunque creo que casi todos tenemos en nuestra mente la mítica escena interpretada por Rita Hayworth y Glenn Ford. Aquella bofetada cinematográfica conmovió al planeta entero.

 

Hay muchos, muchísimos títulos de películas que figuran en los anales de la historia del cine. Muchas simbolizan una época: Lo que el viento se llevóDoctor Zhivago, Luces de la ciudad… En España tenemos Bienvenido míster Marshall o Las bicicletas son para el verano y otras que, sin ser obras maestras, supusieron un gran impacto en la sociedad, como El último cuplé.

De vez en cuando se reúnen los expertos y proclaman una lista con lo que suponen las 10 mejores películas de la historia, o del siglo XX, o de la década. Luego, están los actores, actrices y directores que han ganado un Óscar, o casi…

Pero hay pocas escenas impactantes que hicieron historia. Seguramente la más famosa es la bofetada de Gilda. Desde luego –nunca mejor dicho– es la más «sonada». Si a ello se una la maravillosa canción previa con el famoso striptease en el que tan sólo se quita un guante, y, además, la deliciosa «Amado mío«, sumado todo, resulta una gran película sea cual sea el argumento. No necesitaba la calificación de la censura eclesiástica –un «4», gravemente peligrosa— para que todo el mundo desease verla y aclamarla.

648841 (1)¡Rita Hayworth! Una de las actrices más bellas del cine. ¡Sin artificios! Fue la inspiración de una moda en el peinado y en el vestir, que aún se recuerdan.

Hija de un bailarín español, inició su carrera artística con su padre, protagonizando poco después uno de los mejores bailes de pareja del cine, con el gran Fred Astaire.

Con Gilda alcanzó la cumbre de su portentosa carrera. Con Stewart Granger hizo Salomé en la que nos regaló su danza de los siete velos para subyugar a un Herodes que interpretó Charles Laughton

En su vida privada hubo momentos de gran dramatismo, haciendo de ella una mujer inestable en sus sentimientos… Uno de sus matrimonios –el tercero– fue con el Aga Khan, Alí, líder de los ismaelitas nizaríes, que era agasajado con su peso en oro y diamantes. ¿Seguirá haciéndose todavía esta curiosa ceremonia de la balanza? Con él tuvo una hija, Yasmine Aga Khan.

tumblr_ms1xqhuXBU1r0rezxo1_500Esta famosísima actriz, la más bella para muchos, símbolo de una época, se eclipsó rápidamente, rumoreándose que su declive era debido al alcohol y a las drogas. Sus últimas fotos públicas en la prensa mostraban el crepúsculo de su belleza, antes sin par…

Pero no. No fue el alcohol ni las drogas los que acabaron con el mito. ¡No! ¡Fue una terrible enfermedad degenerativa, que entonces no tenía nombre y que hoy es considerada como la pandemia del siglo XXI: el mal de alzhéimer!

Pero esta maldita enfermedad trae consigo, en quien la vive de cerca, un AMOR por encima de todo, un sacrificio consciente del cuidador principal, verdadero paciente de este mal que sufre, sin sentirlo ni saberlo, su enfermo querido.

Siempre, siempre, hay alguien que da su vida por el enfermo, que le entrega todo, cuidándolo, sufriendo en su carne los dolores que no padece el ser amado. Amor que no pueden sentir las memorias internas de los ordenadores. Amor que nos identifica como una especie única. Amor que fue dado por Dios a su criatura de barro

¿Quien fue la heroica persona que lo dio todo por Margarita Carmen Cansino, más conocida como Rita Hayworth?

Fue su hija Yasmine. Ella. Ella es la auténtica heroína de esta historia: la HIJA DE GILDA.

9 comentarios en «La hija de Gilda»

  1. Querido Emiliano,

    Eres un gran escritor. Ya te lo he dicho en otras ocasiones y lo repito en esta. Empezando con lo que aparentaba ser una historia del montón te has descubierto, al igual que hacía la mano de Rita en medio de su canción, y como ella, has acabado el relato con una gran bofetada, sonora y merecida, a quien creyese que sólo habría tópicos en tu relato.

    Ahí estás, amigo Emiliano, aprovechando todas las posibilidades y convirtiendo la debilidad en una fuerza insospechada. Siempre en la brecha.

    Un abrazo, que tengas un feliz verano y que sigas repartiendo energía a diestro y siniestro. Hasta pronto,

    Emilio

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