Opinión

Objetivo: El cliente // Objetive: The Customer

 

[dropcap]T[/dropcap]odas las empresas, organizaciones y administraciones necesitan del cliente (otras empresas, consumidores, asociados, contribuyentes, afiliados, …) para poder funcionar y prestar sus servicios remunerados a la sociedad, pero ¿qué ocurre cuando el cliente es sólo un objetivo del que obtener beneficio aportando malas contra prestaciones?

 

En el mundo hay países en los que sus gobiernos, empresas e instituciones combinan y desarrollan la relación negocio-cliente a nivel político, económico, ambiental y social de manera excepcional y cuyas estrategias deberían ser seguidas por otros muchos.

Centrando la actividad en el cliente, entendiendo que este ha de ser el primer beneficiado, se mejoraría: la calidad ambiental, facilitando e incentivando la implantación de energías renovables, la compra de vehículos eléctricos, la recogida de residuos, la minimización del consumo de recursos; la calidad social, favoreciendo a las personas mediante trabajos con salarios dignos yservicios de calidad; la calidad de las administraciones, con prestaciones adecuadas en tiempo y forma; la inversión, pues el retorno sería mayor al ofrecer mejores prestaciones a los consumidores.

El cliente que, bien entendido engloba a todas las partes interesadas de un negocio, ha de ser el principal receptor de las mejoras implantadas que han de buscar el desarrollo sostenible y la igualdad de oportunidades. Si nos colocamos a la cabeza de estas estrategias, el éxito está garantizado, pero, para ello, las instituciones, empresas y partes interesadas han de remar en la misma dirección.

Además, frente a las exigencias competitivas de la globalización, no hemos de olvidar a los clientes internos; a aquellos que hacen posible la oferta de productos y servicios, nuestros trabajadores.

“Tus clientes no esperan que seas perfecto. Lo que si esperan es que les resuelvas un problema cuando algo sale mal”.(Donald Porter). 

Objetive: The Customer

[dropcap]A[/dropcap]ll companies, organizations and administrations need the customer (other companies, consumers, associates, taxpayers, affiliates, …) in order to be able to operate and provide their remunerated services to society, but what happens when the client is only an objective to obtain profit giving bad consideration?

In the world, there are countries in which their governments, companies and institutions combine and develop the business-client relationship at a political, economic, environmental and social level in an exceptional way and whose strategies should be followed by many others.

Focusing the activity on the client, understanding that it has to be the first beneficiary, would improve: environmental quality, facilitating and encouraging the implementation of renewable energies, purchase of electric vehicles, waste collection, minimization of resource consumption ; the social quality, favouring the people through works with decent wages and services of quality; the quality of the administrations, with adequate benefits in time and form; the investment, because the return would be greater to offer better benefits to the consumers.

The client, who understands all the stakeholders of a business, must be the main recipient of the implanted improvements that must seek sustainable development and equal opportunities. If we take the lead in these strategies, success is guaranteed, but for this, institutions, companies and stakeholders must roam in the same direction.

In addition, faced with the competitive demands of globalization, we must not forget internal customers; to those that make possible the offer of products and services, our workers.

“Your customers do not expect you to be perfect. What they do expect is that they solve a problem when something goes wrong”. (Donald Porter).

Más información: GESPROSAL

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