Hoy no concebimos el mundo sin las redes sociales, unos espacios que nos atrapan d forma fulgurante y que evolucionan constantemente. No tienen nada que ver con las de los orígenes y posiblemente las que conocemos ahora pierdan vigencia dentro de no muchos años. Twitter es el caso más claro del auge y declive.
De momento, Facebook e Instagram son las dos redes sociales más populares y muchos de los más jóvenes están dejando Facebook de lado para migrar a Instagram. Por otro lado, la red líder en comunicación sigue siendo WhatsApp.
“De momento WhatsApp no va a tener competencia”, asegura Juan Barbero, director de ventas y marketing de la empresa salmantina Pixel Innova. Twitter, sin duda, ya no es tanto una red social, ha cambiado en estos años y los usuarios de Twitter lo utilizan, sobre todo, como una herramienta de información.
Cada uno debe decidir en qué red quiere estar y cuál es de la que mejor provecho se puede sacar. “Estamos donde tenemos a nuestro círculo de amigos. Si la mayoría de tus amigos están en Facebook, pues lo normal es que te hagas Facebook, porque vas a compartir datos personales”, afirma Juan Barbero.
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Puedes contactar con Pixel Innova en el email info@pixelinnova.com o en el 923 927 982[/pull_quote_left]Aunque hablando de las redes sociales, lo primero que se nos puede venir a la cabeza es la imagen de un grupo de amigos donde todos están con la mirada fija en sus móviles y pensar que vaya generación tan banal. Pero la verdad es que las redes sociales han traído muchas ventajas. “Ahora se ve menos la televisión”, señala Barbero. Cuando la televisión estaba en su auge las familias se sentaban a verla y tampoco hablaban, por lo que esta “falta de comunicación” que se achaca a los jóvenes de hoy en día también existía antes.
En cambio, las empresas que usan redes sociales tienen que tener muy en cuenta cuál es su público objetivo porque si sus productos van dirigidos a los jóvenes lo sensato es estar activo en Instagram y cuidar muy bien ese perfil.
Pero es muy importante diferenciar la red social que se dedica a la empresa y la que se destina al contenido personal. Las empresas grandes cuentan con un departamento de comunicación donde los community manager son expertos y saben realizar esta división. El problema ocurre en muchas empresas pequeñas donde los dueños no saben diferenciar, ya que muchos clientes se pueden llegar a convertir en tus amigos y muchos amigos en clientes.
Lo que es muy importante para estas empresas pequeñas es la privacidad, que todas las redes sociales lo permiten, y así decidir quién ve las publicaciones. “La privacidad permite que si subes una foto de tus vacaciones solo llegue y la puedan ver tus amigos y si, en cambio, subes la foto de un pincho de tu restaurante puedes elegir que lo vean todos”, explica Juan Barbero.
Texto: Ana Pedraza