[dropcap]L[/dropcap]a mejor forma de aprender cualquier reto nuevo que nos propongamos es a través de la experiencia, de la vivencia. Por mucho que nos expliquen lo que queremos aprender y lo entendamos no resulta igual que si lo percibimos. Sólo cuando lo vivimos y experimentamos lo que sentimos al hacerlo y las consecuencias que tiene es cuando interiorizamos el aprendizaje.
Esto mismo ocurre en los niños y con mayor intensidad ya que están en la etapa de aprendizaje, de descubrimiento, de explorar el mundo y ver qué podemos sacar en claro de él.
Existe una técnica que nos ayuda a reportar vivencias y experiencias al niño desde el ámbito educativo, la psicomotricidad vivenciada.
Cuando hablamos de psicomotricidad tendemos a pensar en gimnasia, juegos, movimientos…
¡Pero si mi hijo corre, salta y se mueve estupendamente, no necesita de eso!, solemos decir, sin conocer los beneficios que esta técnica aporta.
Mediante la psicomotricidad vivenciada es el niño el propio protagonista de su aprendizaje y la función del psicomotricista es la de acompañamiento y guía para ayudarle a evolucionar.
Con esta metodología creamos un espacio de juego espontáneo para el niño, en el que se le permite realizar sus deseos decidiendo a qué quiere jugar, con qué material, de qué manera… siempre respetando unas normas y unos límites.
Es por ello que los beneficios que la psicomotricidad vivenciada favorece son muy diversos tanto a nivel motor como social, afectivo e intelectual. Permite que el niño descubra y desarrolle sus habilidades de forma autónoma y aprenda a afrontarse a dificultades. Se favorece la iniciativa, la creatividad, la toma de decisiones, el respeto hacia las normas y los límites y hacia los adultos e iguales.
A través de la psicomotricidad vivenciada no sólo favorecemos el desarrollo global del niño, sino que podemos observar cómo es ese desarrollo y detectar, prevenir y tratar dificultades de comportamiento y de aprendizaje.
En Centro Esnia ayudamos a los niños con dificultades en su desarrollo a través de la psicomotricidad vivenciada y el juego libre y espontáneo. También contamos con talleres de psicomotricidad vivenciada para todos los niños de 3 a 6 años, tendiendo un espacio donde aprender jugando.