El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, pidió este lunes una «mediación internacional» para abordar la situación en Cataluña y la retirada de todos los efectivos policiales enviados por el Gobierno para frenar el referéndum secesionista ilegal.
«El momento aconseja mediación. Se tiene que restablecer la normalidad institucional, alterada por decisiones desproporcionadas», dijo Puigdemont tras una reunión extraordinaria del ejecutivo catalán para evaluar lo ocurrido este domingo.
Dijo que hubo 893 personas heridas debido a las cargas de la Policía nacional y la Guardia Civil, en lo que tachó de “graves actos de violencia” por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.
También dijo que el Govern hace tiempo que está predispuesto a dialogar pero «el Gobierno también la tiene que aceptar».
El presidente dijo que el domingo votaron casi dos millones de catalanes, de los que el 90% se mostraron a favor de la independencia (1,8 millones) y los 200.000 restantes, en contra. Si estos datos tuvieran fiabilidad (se duda de ellos al tratarse de un referéndum sin censo ni controles ni garantías democráticas) el 60% de los catalanes no querrían la independencia, aunque muchos de ellos sí desearían votar.