[dropcap]J[/dropcap]esús Málaga, presidente del Centro de Estudios Salmantinos, y La Crónica de Salamanca inician una serie de reportajes sobre monumentos, rincones, rutas y lugares ‘escondidos’ de nuestra ciudad bajo el título de: Salamanca, de la sombra a la luz
La iglesia nueva del Arrabal se inauguró en 1952 y está dedicada a la Santísima Trinidad. Solo estuvo abierta al culto 44 años. Se cerró en 2006, año en el que se descosagró. Lo curioso es que se abrió porque la iglesia Vieja del Arrabal estaba en mal estado y cuatro décadas después se cierra porque la Nueva está deteriorada y se regresa al culto en la Vieja. Galimatías.
El proyecto de restauración del templo se aprobó en 2010 e incluía el desmontaje, impermeabilización y montaje de todas las cubiertas para eliminar la filtración generalizada de humedades en el interior de la bóveda del edificio. Así como la sustitución de numerosas piezas en las cornisas de contrafuertes exteriores y las impostas de las torres.
El edificio está catalogado como de Protección Estructural. Esto obliga al Ayuntamiento al mantenimiento de fachadas, volumetrías, elementos estructurales, ornamentales y de acabado que deben ser sustituidos por otros equivalentes en caso de encontrarse deteriorados de forma irreversible.
Actualmente, este edificio alberga imágenes, andas y enseres que emplean las cofradías salmantinas en los pasos y procesiones de Semana Santa.
Este templo, sin consagrar, sería el idóneo para albergar el Museo de Arte Sacro y Semana Santa de Salamanca. De hecho, ya existe un proyecto para rehabilitar el espacio y dedicarlo a este menester. Es conocido que existe un turismo muy vinculado al arte sacro que encontraría su lugar de peregrinación para contemplar toda la producción artísticas que procesiona por las calles y plazas de Salamanca durante la Pasión.
El arquitecto que ideó este templo allá por los cincuenta fue Genaro de No. El edificio costa de tres naves y dos torres laterales. No es un edificio brillante en su estructura, ni en su forma, ni en su belleza, pero el interior alberga un impresionante fresco pintado en el ábside y es obra del propio arquitecto, Genaro de No.
Aprovechando que esta serie, Salmanaca de la sombra a la luz, intenta poner en valor nuestro patrimonio, queremos recordar a Genero de No. Fue un pintor salmantino que murió en 1992. Ignacio Francia escribió para su obituario en el periódico El País que de su obra destaca su aportación como muralista, además de haber sido uno de los pioneros del diseño en España. Genaro de No dejó la arquitectura para dedicarse a la pintura y logró en 1963 la primera medalla de pintura del Salón de Otoño de Madrid y expuso en salas de varias ciudades españolas, además de hacerlo también en Costa Rica.
Las obras más importantes de Genaro de No se encuentran en la Diputación de Salamanca, hospital Clínico, antigua Escuela de Comercio, además de frescos en un amplio número de iglesias, como la Nueva del Arrabal que nos ocupa en este reportaje, y otras obras que se pueden contemplar en parroquias de la provincia salmantina, así como en Valladolid o Palencia .
La obra pictórica de Genaro de No destaca por el dominio del dibujo y la fuerza del colorido. Formó parte de la gran generación de pintores salmantinos de los años cincuenta con Isabel Villar, Zacarías González, María Cecilia Martín y Fernando Román, entre otros.
2 comentarios en «Un templo ‘recién’ jubilado»
En Salamanca nacen, crecen y se desarrollan grandes artistas de muchos géneros pero todos tienen un denominador común, si no van a Madrid, Barcelona o a otros lugares fuera de España, no serán reconocidos…
La fuerza de «coriolis» se lleva las esencias por dos agujeros en la Piel de Toro.
¿Tapamos estos desagües?
¡Como siempre, grandes aplausos por esta idea!