La Asociación de Empresarios Salmantinos de Automóviles y Talleres (Aesat) considera un avance para el sector la aprobación por el Ministerio de Energía del nuevo Plan Movalt que incentiva la compra de vehículos de energías alternativas y solicita que sea el primer paso de una estrategia global que renueve el envejecido parque móvil de la provincia.
Esta es la principal reclamación que realiza la asociación integrada en la patronal salmantina Confaes, según explica su presidente, Sergio Pérez. “Salamanca cuenta con uno de los parques móviles más antiguos de toda España, superando los 11 años de media. Este plan debe de formar parte de una estrategia global que permita el cambio de vehículos antiguos hacia otros más eficientes y menos contaminantes”.
A juicio de la asociación que representa mayoritariamente al sector provincial, el Plan Movalt no aborda la realidad actual de la venta de vehículos en la provincia.
“En Salamanca, cuatro de cada cinco vehículos que se venden no se pueden acoger a las ayudas al ser vehículos de combustión (gasolina y diésel). Damos la bienvenida a cualquier medida que apoye a un mercado de futuro, no obstante pensamos que no satisface las necesidades actuales de los compradores”, recuerda tras incidir que los vehículos eléctricos o híbridos enchufables “forman parte de un mercado limitado, con un alto precio y sólo al alcance de un sector de la población más privilegiada”.
Durante el 2017 se han matriculado en Salamanca 3.665 vehículos, lo que supone un crecimiento de un 5,5% (200 unidades más) respecto al mismo periodo del año anterior. Unas cifras que reflejan para Aesat la pujanza del segmento de empresas en detrimento del canal de particulares. “Las ventas son mayores estadísticamente porque las compras para empresas siguen acumulando crecimientos. Sin embargo, la venta a particulares ha descendido frente al año pasado debido a la inestabilidad política y a la caída del sector primario”.
Por ello, los empresarios salmantinos de automóviles y talleres concluyen que la actual coyuntura política está afectando a la implementación de nuevas ayudas a la compra de vehículos.
“El Gobierno está ahora mismo centrado en resolver un problema político de calado como es la cuestión catalana. Sin embargo, esta coyuntura nos afecta porque ha dejado en stand-by decisiones importantes en todos los ministerios. En un futuro próximo no se prevé la llegada de un nuevo Plan PIVE”.