El independentismo volvió a hacer este sábado una exhibición de fuerza en las calles, pero con menos capacidad de convocatoria que en ocasiones anteriores.
Unas 750.000 personas, según la Guardia Urbana, participaron en la protesta convocada por las asociaciones independentistas, ANC y Omnium, para pedir la liberación sus respectivos presidentes, los ‘Jordis’ y de los exconcesejeros del Govern que no huyeron de la Justicia y que están en prisión preventiva, por orden de la jueza de la Audiencia Nacional.
La presidenta de la mesa del Parlament, Carmen Forcadell, no asistió por recomendación de su abogado, que le recordaría que ente el juez del Tribunal Supremo abjuro del independentismo para librarse de la cárcel, cuando iba irremisiblemente a ella.
Tampoco acudió Artur Mas, que estaba en Bruselas reunido con Puigdemont.
Una manifestación convocada con un objetivo imposible de lograr (que no se cumpla la ley) y que no logró concitar al millón de personas de la última movilización masiva.
