El Guijuelo se midió en su feudo al Valladolid B, último clasificado de su grupo, y se quedó con los puntos. 2-1.
El factor campo tenía que servir y sirvió. Al menos, los de Guijuelo le metieron el miedo en el cuerpo a los de Valladolid al anotar el primer gol a los tres minutos de comenzado el encuentro.
Tanto es así, que rozando los 40 minutos de juego, Mari ve la primera tarjeta amarilla en el Municipal de Guijuelo, por sujetar a Julián Luque cuando el chacinero se marchaba.
La primera parte concluyó con ventaja en el marcador para los chacineros.
Y la segunda parte del encuentro comienza con el mismo protagonista, Luque quiere marcharse de su rival y Pérez le hace falta y los pucelanos ven la segunda amarilla.
Las amonestaciones parecieron despertar a los vallisoletanos, porque en el minuto 55 marcó Porto y empató el partido.
Los de Fabregat sacaron pronto y sorprendieron a los pucelanos, porque un minuto después subía el segundo gol de los chacineros al marcador. El gol se gestó en un pase de Diego Suárez, que Antonio Pino materializó.
Los de Guijuelo se animaron y tuvieron otra ocasión clara de gol pasados los 60 minutos de comenzado el encuentro cuando Julián Luque lanza una falta y la remata Diego Suárez, pero se marchó por encima del travesaño.
Los chacineros refrescan el campo con la entrada de Cifo por Manzano y de Pepe Carmona por Manu Fuster.
El nerviosismo en las botas de los pucelanos se materializó con la expulsión por roja directa de Becerra cuando faltaban cinco minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario.
Los de Fabregat lo intentaron hasta el último minuto, real, porque en el 89 un cabezazo de Diego Suárez toca el larguero y se marcha fuera.
La afición del Guijuelo animó a su equipo, que con estos tres puntos sale de los puestos de descenso, pero empartado con dos equipos en esa zona y con otros dos que luchan por no caer en ella dentro del Grupo 1 de la Segunda División B.
