La Salud que hallaron los romanos en Salamanca

Uno de los pilares del antiguo puente de la Salud, por donde pasaba el tren procedente de Portugal hasta mediados de los años 50 del siglo XX, el Padre César Morán sitúa la fuente de la Salud muy próxima al puente del ferrocarril, en el teso de la Salud.

Jesús Málaga, presidente del Centro de Estudios Salmantinos, y La Crónica de Salamanca inician una serie sobre monumentos, rincones, rutas y lugares ‘escondidos’ de nuestra ciudad bajo el título de: Salamanca, de la sombra a la luz

 

Fotografía tomada por el Padre César Morán allá por 1919, del Cerro de la Salud, donde se encontraban las aguas saludables que beneficiaron a los romanos y donde se veneraba a la Ninfa Salux, convertida por el Cristianismo en la Virgen de la Salud, de Tejares.
Fotografía tomada por el Padre César Morán allá por 1919, del Cerro de la Salud, donde se encontraban las aguas saludables que beneficiaron a los romanos y donde se veneraba a la Ninfa Salux, convertida por el Cristianismo en la Virgen de la Salud, de Tejares.

Cuenta el agustino César Morán en su libro Arqueología y Prehistoria de  la región de Salamanca que entre los objetos divinizados por el paganismo no podía faltar el elemento líquido; los ríos, los lagos y las fuentes, principalmente las fuentes de aguas saludables. Así es que se conserva gran número de divinidades acuáticas, bien sea que las aguas estuviesen consagradas a algún dios de quien recibieran la propiedad salutífera, bien que la misma fuente o depósito de agua fuese el objeto del culto.

Cuando las legiones romanas avanzaban y conquistaban territorio también buscaban aguas que les aportaran salud y fuerza, bien para refrescar sus cuerpos y sanar sus heridas, bien para beberla y encontrar en ellas los aportes medicinales que necesitaban.

Salamanca, Helmántica para los conquistadores de imperio, también tuvo su fuente. El investigador y agustino César Morán, un gran arqueólogo y estudiador de los vestigios de los romanos en nuestras tierras, sitúa la fuente en Tejares a pocos metros más abajo del puente de la vía portuguesa, y a la orilla misma del río, hay una fuente, la fuente de la Salud, ferruginosa carbonatada, alrededor de la cual he observado vestigios de antigua edificación, que me dijeron ser restos de unos baños romanos. Y efectivamente, en la Historia de Salamanca se puede leer: Las aguas de este río (del Termes) son delgadas y limpias, y tienen algunas virtudes medicinales, aunque su uso ha decaído con el tiempo. El Dr. Andrés Laguna (el Segoviano), médico que fue del Emperador Carlos V y del Papa Julio III, las recomienda para algunas enfermedades, y el cronista Lucio Marineo Sículo dice que son provechosas para la sarna. Estas virtudes, o alguna otra desusada ya, serían, a no dudar, las que aprovechaban, en tiempo de los romanos, en los baños que había a media legua de esta ciudad, por cuyos beneficios se llamó cerro de la salud el que está inmediato, y de aquí tomó el nombre la ermita que después se edificó en él y la imagen que hoy se venera en Tejares.

El cerro de la Salud, en cuyo alto aún se puede ver un depósito utilizado por los trenes, cuando por allí cruzaba la línea del ferrocarril que venía de Portugal.
El cerro de la Salud, en cuyo alto aún se puede ver un depósito utilizado por los trenes, cuando por allí cruzaba la línea del ferrocarril que venía de Portugal.

Pero, eso llegó después, cuando el Cristianismo triunfó sobre el paganismo. Los cristianos purificaron y consagraron estos lugares sagrados, bautizándolos con nombres de santos. En Salamanca existen lugares sagrados como el cerro de la Salud, en Tejares, el teso de San Miguel, en Villamayor, San Bartolomé, en Carbajosa de la Sagrada, y la Virgen del Castillo, en El Lugar Viejo de Yecla.

Los cristianos en lugar de termas o fuentes, construyeron en el cerro de la Salud una ermita. Según el padre Morán este templo se encontraba en la parte oriental de los baños, a unos cien metros de distancia. En las casas de la Salud, en la parte más próxima al puente, es donde parece que estaba la antigua ermita. En la parte interior de esas casas se conservaban hace cuarenta o cincuenta años -El padre César Morán escribió el libro en 1919- algunos azulejos, vestigios de la capilla, y el mortero que en algunos puntos del suelo se descubre, indica bien a las claras restos de antigua edificación.

Es uno de los pilares del puente de la Salud, antigua paso del tren que llegaba desde Portugal, lugar donde se encontraban las aguas saludables.
Es uno de los pilares del puente de la Salud, antigua paso del tren que llegaba desde Portugal, lugar donde se encontraban las aguas saludables.

En su libro, Arqueología y Prehistoria de la región de Salamanca, Morán escribe que la tradición dice que la imagen fue hallada, después de la Reconquista, en el Cerro de la Salud, y esto prueba precisamente su antigüedad, no de la imagen actual, que es moderna, sino de la que entonces se encontrase; porque si la halllaron en el siglo XII escondida con otras muchas alhajas, señal es que había sido cuidadosamente guardada por los visigodos.

En esta sería, Salamanca: de la sombra a la luz, Jesús Málaga quiere poner en valor este cerro, que fue venerado por los romanos y los primeros cristianos salmantinos, al menos indicar que allí es donde se daba culto a la Ninfa Salux, convertida por el Cristianismo en la Virgen de la Salud.

 

 

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