Bajo el lema “Por un mundo sin pena de muerte”, activistas de Amnistía Internacional han estado pidiendo firmas en la calle La Rúa con el fin de intentar evitar la pena de muerte sobre los condenados del caso de Benín. Además, reivindican que se cumpla la Ley de Memoria Histórica y que se aplique justicia por las víctimas del franquismo.
“En Benín hay unos muchachos que están en el corredor de la muerte, sus edades están comprendidas entre los 18 y 20 años y lo que pedimos es que no se les ejecute, que se les juzgue de nuevo y la sentencia sea distinta”, ha explicado Marcelino García, uno de los activistas, “a un muchacho de 18 años no se le puede condenar a muerte así por las buenas. No tiene una madurez intelectual. Es improcedente totalmente”. Por ello, la organización está pidiendo firmas para enviarlas posteriormente a sus gobiernos e intentar que la pena de muerte se les levante.
“En la información que tenemos no se especifica el tipo de delitos que han cometido”, ha explicado José Luis Hernández, secretario, pero no es relevante. “AI no está en contra de que se les juzgue legalmente, AI lo que está en contra, siempre y en cualquier lugar, es a que se condene a cualquier persona a la pena de muerte”, ha afirmado, “entendemos que ningún estado, ninguna persona, tiene derecho a quitarle la vida a nadie. Es un derecho que está en la declaración universal de los derechos humanos, el derecho a la vida”.
Por otro lado, también están reivindicando justicia para las víctimas del franquismo. “Los crímenes del franquismo necesitan que se dé la verdad, la justicia y la reparación a las víctimas”, ha declarado Hernández. “Todavía hay familiares que tienen a sus abuelos por ahí en las cunetas, a las afueras de los cementerios”, ha explicado, “simplemente se está pidiendo que se investigue dónde están esos cadáveres, que se puedan sacar de esas cunetas y que puedan ser enterrados dignamente”.
“En la Transición española no ha habido una rendición de cuentas”, ha declarado Marcelino García. “Los que violaron los derechos humanos no fueron sometidos a juicio. La Transición ha sido una transacción política en la cual los verdugos continúan aún en las estructuras del estado”. “Todos aquellos familiares de las víctimas, por un lado, no han podido recuperar los cadáveres y, por otro lado, no han podido limpiar su nombre, porque muchos de ellos aún continúan estigmatizados. Los vencedores han tenido unos derechos que han sido negados totalmente a los vencidos”, ha señalado el activista.
Texto y foto:Paula Castro Morán