– ¿Sabe usted cómo funciona una brújula?
– ¡Cómo que si sé! ¡Lo he estado explicando durante 50 años!
– Sí. Ya lo había oído. Pues es que me gustaría que me enseñase su manejo. Ya sé que para ir hacia el norte no hay más que tomar la dirección que señala la aguja magnética, pero… ¿qué hay que hacer si quiero ir al suroeste, pongo por caso?
– Bueno, vamos a ver. Usted sabe lo que es la Rosa de los Vientos ¿Noo?
– Hombre, sí. El norte arriba, el sur abajo, el este a la derecha y el oeste a la izquierda. La cruz que forman los cuatro Puntos Cardinales divide el plano en cuadrantes; la bisectriz de cada uno es la dirección que tiene el nombre compuesto entre dos de ellos: nordeste, sudeste, suroeste y noroeste.
– ¡Exactamente! Siempre anteponiendo el norte y el sur. Y las bisectrices de estos octantes lo mismo, así el nornoreste está entre el norte y el noreste. ¿Ve que sencillo?
– ¡Hombre! Explicado así… ¿Pero se dice noreste o nordeste?
– Da lo mismo. Pero resulta más… elegante, que si una vez nos decidimos por uno de ellos, no lo cambiemos a cada momento. Lo he hecho así a posta, para que me lo preguntase… Otra cosa que tiene que recordar es que en Física no es lo mismo dirección que sentido. Hay veces que hay que poner origen y destino, como, por ejemplo, al decir NNE-SSO. Pero lo corriente es poner sólo el destino, entendiendo que nosotros ocupamos el centro del círculo.
– ¡Me está usted aclarando muchas cosas! ¿Y si ponemos NNE-SSE?
– Eso es incorrecto. Origen y destino tienen que ser diametralmente opuestos en la Rosa de los Vientos.
– ¡Pues lo he visto así en una novela de barcos, de esas en las que el capitán, británico él, es infalible!
– ¡Pues el autor, o el traductor, falla ahí estrepitosamente! Quizás no recibieron ninguna lección como la que le estoy dando…
– Sería eso… Bueno, pero no me ha contestado a mi primera pregunta… ¿Cómo voy hacia el suroeste?
– ¡Vamos a ver! ¿No tiene una brújula? ¡Aunque sea muy sencilla! Sí. Ésta nos sirve… Luego le explico la diferencia entre unas y otras y por qué.
«Veamos… Una vez colocada horizontalmente… ¿Ve como la aguja no se mueve aunque lo haga la caja? Pero… ¡cuidado! Hay que comprobar que no hay ningún objeto metálico cerca, porque desviaría la aguja magnética… ¡Mire! ¿Ve como se desvía hacia esa chapa? Retirémonos un poco. Ahora está bien…
«¿Dijo hacia el suroeste? Mire. El norte está siempre hacia allí. El oeste está 90º hacia la izquierda. ¿Noo? Pues 45º más allá, es decir, a 135º, tenemos el suroeste y hacia allí tendremos que ir. ¿De acuerdo?
– ¡Comprendido! ¿Y si quiero ir hacía aquella casa, desde aquí, en qué dirección está?
– Apunte con la brújula hacia la casa. ¡Así! ¡Eso es! Con el «cero» apuntando hacia la casa. ¿Dónde está el norte? ¡Sin mover la caja! Mire: la aguja marca 62º en la escala graduada, que, por cierto, se llama LIMBO. Observe que el «cero» queda al oeste de la aguja. La dirección en que está la casa es N62ºO. Según la Rosa de los Vientos, aproximadamente ONO.
– ¿Y cómo se anota si la aguja está hacia el otro lado?
– Giremos la caja. Así… Ahora el «cero» apunta hacía aquel árbol y el norte, es decir, la aguja, se sitúa en 292º. Podemos decir que el árbol está a (360-292=) 68º hacia el este. Lo podemos anotar como N68ºE. ¿Entendido?
– Perfectamente.
– Sigamos… También podemos anotarlo como N112ºO, puesto que 112+68=180.Entre ambas notaciones, se suele escribir la que resulta menor de 90º. Y, por supuesto, también podemos escribir 112º y 292º si consideramos el acuerdo de seguir siempre el «giro de las agujas del reloj». Ambas serían los dos sentidos de una misma dirección. Como ve, es conveniente tener un papel al lado e ir jugando con los ángulos, como nos enseñaron en la escuela: «opuestos por el vértice», «complementarios», «suplementarios»… ¿Recuerda?
– Sí. ¡Qué fáciles son las cosas cuando se explican bien!
– Muchas gracias. ¡Pues todo lo que le he dicho es incorrecto…!
– ¿Cómoo?
– Pues sí. Porque todo lo que le he explicado sólo está bien si el Polo Norte Geográfico coincide con el Magnético. Pero la realidad es que no es así.
– ¿Y entonces?
– No se asuste, que el ángulo que forman ambos, lo que se llama DECLINACIÓN magnética, se puede corregir muy fácilmente si disponemos de una brújula de LIMBO MÓVIL. Pero como ésta no lo es, mañana le traeré una buena para que aprenda a hacerlo. ¡Verá que sencillo es!
– Bueno, pues ¡hasta mañana!
0 comentarios en «La brújula»
Querido Emiliano.
¡Qué importante es la orientación! Sin rumbo es difícil encontrar destino. Y es cuestión de buena intención y una brújula alejada de elementos que perturben su funcionamiento.
Gracias por tu lección del lunes.
Un fuerte abrazo
Me gusta mucho tu comentario, querido David. Añado lo siguiente: Con las modernas técnicas, cada vez más sofisticadas y que te hacen pensar menos, ¿nos orientamos bien o nos equivocamos a cada instante? Los jóvenes actuales ¿llevan buen rumbo? Para empezar… ¿Cuántos saben dividir con papel y lápiz? ¿Lo saben los profesores? ¡Qué tiempos estos!
Un abrazo
¡Hola! Don Emiliano: «La brújula»…..me gustó de siempre. Lo primero y último cuando camino o salimos de algún viajecito…fuera de mi entorno social, a mi «santa y seña esposa»…que me la reserve antes que a mí…..le matraqueo con la orientación y los vientos por ahí. Le suelo decir; ¿De donde viene el viento hoy…, y hacia donde nos dirigimos? Hay encuentros dispares. Soy muy del tiempo, y para no perderme en esos no conocidos….uso el sol si no tengo una -brújula- por mano. Muy interesante querido profesor; nota/ todos deberíamos aprender a situarnos en este planeta global….que ondulamos. Un saludo de este artista inquieto por los movimientos cotidianos del aire de cada día, o a las calmas chichas.
La brújula, como la veleta, son elementos que han pasado al lenguaje común como símbolos de personas de ideas fijas o muy variables. Y sin embargo, muchos habrán descubierto con mi ocurrencia que hasta la brújula es variable… ¡Pues no! Lo que varía es el punto de salida de las líneas de fuerza magnética, es decir, el NORTE MAGNÉTICO. La brújula SIEMPRE señalará ese punto, aunque cambie de lugar. ¡Qué cosas!
Un abrazo
La brújula, como la veleta, son elementos que han pasado al lenguaje común como símbolos de personas de ideas fijas o muy variables. Y sin embargo, muchos habrán descubierto con mi ocurrencia que hasta la brújula es variable… ¡Pues no! Lo que varía es el punto de salida de las líneas de fuerza magnética, es decir, el NORTE MAGNÉTICO. La brújula SIEMPRE señalará ese punto, aunque cambie de lugar. ¡Qué cosas!
Un abrazo