Hace cuatro años se puso a la venta la que iba a ser la revolución en la marca de videoconsolas, intentado superar a sus antecesoras en ventas y prestaciones.
Desde 2013, un sin fin de cifras acompañan a la cuarta entrega de la consola de sobremesa de Sony. Las ventas de la misma superan los 60 millones de unidades, por lo que se convierte en uno de los mayores éxitos para la empresa. Su desarrollo comenzó en 2008, en un proyecto basado en un procesador AMD y una arquitectura x86-64, que demostró una fiabilidad superior a las anteriores y que convertían el entorno de desarrollo en algo amigable.
No solo hubo una remodelación exterior e interior, sino que los accesorios que acompañaban a la PlayStation4 también evolucionaron. El mando, algo imprescindible para jugar, también experimentó una transformación. No tanto en su aspecto exterior, pero si en relación a su jugabilidad. Aparecía un panel táctil que tendría mucho que ver a la hora de realizar ciertos controles. También se adaptaba al modo en que los jugadores compartían sus logros en redes sociales, por eso el mando también contaba con esas funciones.
Para que el lanzamiento de una nueva consola sea un rotundo éxito, los juegos que la acompañen al principio serán de vital importancia. Títulos como ‘Assasin’s Creed IV’, ‘Battlefield 4’ o ‘FIFA 14’ fueron los causantes de que los jugadores anticiparan las reservas de sus consolas para no perder ni un minuto de juego.
En el año 2016 se hizo un rediseño de la misma, haciéndola capaz de mostrar videojuegos en 4K, ya que las televisiones y los juegos habían evolucionado hasta ese punto. Además la realidad virtual había tomado mucha importancia, y es por eso que se desarrolla PlayStation VR, para llevar la experiencia de los jugadores hasta otro nivel de realismo.