Jesús Málaga, presidente del Centro de Estudios Salmantinos, y La Crónica de Salamanca inician una serie sobre monumentos, rincones, rutas y lugares ‘escondidos’ de nuestra ciudad bajo el título de: ‘Salamanca, de la sombra a la luz’
Salamanca experimentó entre 1930 y 1940 el crecimiento demográfico mayor de su historia. En una década pasa de tener 46.867 en 1930 a 71.872, en 1940, con las desviaciones del Censo de 1940. Entre 1936 y 1950 (59.311 y 80.239, respectivamente) y entre 1951 y 1965 (81.454 y 109.380. Actualmente, según el INE, el censo de Salamanca es de 144.949 habitantes.
Comprobado estadísticamente que Salamanca crecía en entre las décadas 40 y 50, el Estado fomenta por primera vez la construcción de viviendas sociales o protegidas, con la Ley 19-IV-1939, a través del Instituto Nacional de la Vivienda, en sucesivos planes nacionales desde 1940.
Salamanca entra a formar parte de las localidades que se verán beneficiadas con la construcción debido a la demanda general que se está originando. Así, en diciembre de 1942 se aprueba el anteproyecto de 400 viviendas protegidas en el paraje de San Bernardo, que luego recibiría el nombre de barrio Parroquial de La Falange, que con la Democracia, el barrio recuperó el nombre de San Bernardo.
Pero, no fue el único. En octubre de 1943 se prepara otro proyecto de barrio de viviendas sociales, el barrio Vidal; previsto para 400 viviendas y entre 2.000 y 3.000 habitantes. En junio de 1945 se colocaría la primera piedra y dos años más tarde se encontraba construida la mitad del nuevo barrio. Por lo que recientemente se han cumplido los 70 años de estas construcciones.
En ese mismo año, 1945, se conoce la noticia de la probable construcción de otro grupo de casas, con capacidad para 650 viviendas, en terrenos de la carretera de Béjar. En el mes de agosto de 1947 se confirmaría tal noticia. Pero, hay que esperar hasta febrero de 1951 para que se dé a conocer el anteproyecto de un nuevo barrio de 644 viviendas en la carretera de Béjar.
Así nace el barrio de La Vega al otro lado del Tormes. La serie, ‘Salamanca: de la sombra a la luz’ quiere reflejar la importancia que tienen este tipo de edificaciones de casas bajas, con paredes blancas, grandes patios interiores, jardines plantados y cuidados por los vecinos, que pueden ser, junto al conjunto de los grandes y monumentales edificios que alberga la Salamanca clásica, un punto de partida para iniciar una ruta de arquitectura por las calles, plazas y barrios de la ciudad.
El dictador Franco
El barrio de la Vega lo inauguró el dictador Francisco Franco el 7 de mayo de 1954. Como todos los barrios y pueblos de colonización que se construyeron durante el periodo de la dictadura dispone de una plaza al lado de la iglesia.
La singularidad del barrio de la Vega es que tiene tres edificaciones distintas. Dos de dos plantas y una de una. Es el barrio más parecido a la idea que se tiene de un pueblo. También se podría identificar con una de las urbanizaciones que se encuentran alrededor de la ciudad o en los pueblos del Alfoz.
Es un barrio donde la cotidianidad aún se respira en la calle y las expresiones culturales estuvieron muy presentes durante las décadas de los 70′, 80′ y 90′ a través de su asociación y especialmente significativo ha sido el café teatro de La Vega. Por los talleres que organizaban han pasado los artistas de Spasmo, Maribel y Miguelón y el director de cine Rodrigo Cortes, entre otros representantes culturales de Salamanca.
El barrio de la Vega es singular porque desde allí se vislumbra la belleza de Salamanca. La conocida postal de la ciudad. Por lo que sería un buen punto de partida para comenzar la ruta de la arquitectura, con estas edificaciones y urbanismo de los años 50 y adentrarnos en la Salamanca medieval, renacentista, barroca y moderna a través, por ejemplo, del Puente Romano.
Documentación:
julianin-julianadas.blogspot.com.es
Scripta Nova: Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales.
Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98
