Agentes de la Policía Nacional de Salamanca detuvieron el día de Año Nuevo a un individuo de 21 años, como presunto autor de un delito de amenazas graves y otro de desobediencia grave a la autoridad.
El ahora detenido, acompañado de un grupo compuesto de tres personas, se dedicaron a las 13 horas a tirar las sillas de la terraza e insultar a los clientes de varias cafeterías sitas en la Plaza Mayor, por negarse a venderles bebidas alcohólicas, debido al parecer, por su estado de embriaguez.
Durante la actuación policial, el detenido «que exhibió una actitud provocadora y agresiva», comenzó a insultar con improperios varios a los policías, «amenazándoles gravemente, que ante tales hechos procedieron a su detención», indica la Policía.