El cuerpo de Policía Nacional cumple este año los 194 años de existencia desde que se creó en 1824 como una estructura de seguridad necesitada por la sociedad de la época. El subdelegado del Gobierno en Salamanca, Antonio Andrés Laso, ha presidido el acto institucional de celebración, en el cual se han concedido medallas a varios agentes del cuerpo y diplomas para aquellos que se jubilan.
El origen de la Policía Nacional se remonta al 13 de enero de 1829, cuando se vio la necesidad de dotar a la sociedad de un cuerpo que garantizara la seguridad ciudadana, destacando el “reposo” como una garantía del bien. Hoy se cumplen 194 años desde entonces y el cuerpo de Salamanca lo ha celebrado con un acto institucional presidido por Antonio Andrés Laso y que ha contado con la presencia del rector de la Usal, Ricardo Rivero, el general del Mando de Ingenieros, Ricardo Guillén, y otras autoridades civiles y militares.
Francisco Martín, comisario jefe, quiso reconocer la labor de sus compañeros tras años de dedicación, manifestando que “ser policía es una forma de vida” y premiando a los agentes por hacer gala de los valores de la institución. El cuerpo “continúa avanzando hacia la calidad y la excelencia en el servicio”, declaró, y señaló su trabajo en la asistencia a colectivos vulnerables como víctimas de violencia de género o personas mayores, así como su lucha contra los delitos patrimoniales, el tráfico de seres humanos, el blanqueo de capitales, el narcotráfico, el terrorismo o la corrupción entre otros.
“La Policía Nacional siempre estará ahí”, manifestó en ese sentido. Posteriormente, se pasó al reconocimiento de varios integrantes del cuerpo con la condecoración al Mérito Policial y a la distinción a los agentes que se jubilan.
Antonio Andrés Laso, subdelegado del Gobierno, dedicó unas palabras a los asistentes remarcando que “el nuestro es un país seguro” y eso se debe al trabajo de las FCSE, quienes “trabajáis con intensidad para velar por la seguridad y salvaguardar nuestros derechos y libertades”. Señaló que se trata de una institución moderna que ha sabido adaptarse para luchar contra las nuevas amenazas que han ido surgiendo y agradeció a las familias de los agentes su comprensión en una profesión tan “dura y difícil”.
Texto y fotos: Paula Castro Morán