La Alianza UPA-COAG denuncia que aún siendo conscientes de que Navidad es una época muy proclive a que suban los precios, sin embargo el año 2018 ha empezado con los mismos problemas que se vienen denunciando desde hace tiempo por nuestra organización agraria sobre el disparatado diferencial de precios agroalimentarios entre el origen y destino.
Lejos de que en enero se hayan reducido las diferencias entre lo que perciben los agricultores y pagan los consumidores por productos de primera necesidad, el Observatorio de Precios que elabora todas las semanas la Alianza UPA-COAG y la Unión de Consumidores (UCE) de Castilla y León desde hace años detecta que a mediados de este mes las diferencias, en algunos casos, van más allá del 800 % (ver tabla adjunta).
La Alianza UPA-COAG denuncia el «vergonzoso desfase» que hay entre lo que perciben los profesionales agrarios y lo que se paga en una superficie comercial, y el escaso interés que existe entre algunos eslabones de la cadena agroalimentaria, y del propio Gobierno regional, porque exista información completa y transparente al respecto.
Esta organización recuerda que el denominado Observatorio de Precios Agrario de Castilla y León puesto en marcha por la Junta de Castilla y León hace apenas cuatro meses «tiene trampa, puesto que no recoge los precios en destino, no dota de transparencia a la cadena de valor, y omite los porcentajes de beneficio cada vez más abusivos que se lleva la Industria y la Distribución con los productos agrícolas y ganaderos».
El fin con el se creó esta herramienta de trabajo, según definieron los responsables de la Consejería de Agricultura, era mantener el equilibrio entre todos los eslabones de la cadena de valor, pero la realidad es que ni aporta equilibrio como se demuestra con los porcentajes que denunciamos, y tampoco aporta información transparente a la sociedad sobre lo que ocurre a día de hoy en la elaboración del precio en los mercados.
La Alianza UPA-COAG no parará hasta que se aborde de una vez por todas el problema de precios justos que no perciben los agricultores y ganaderos, «puesto que es este uno de los motivos por los que aumenta cada vez más el abandono de activos agrarios y se acrecienta el despoblamiento rural en nuestra región».