La Asociación Española Contra el Cáncer (Aecc) de Guipúzcoa financiará durante tres años la investigación de un tipo de cáncer de hígado, según explicaron este viernes en Salamanca los científicos que desarrollarán los trabajos.
El equipo está dirigido por el doctor José Juan García Marín director de Hevefarm, un laboratorio dedicado al estudio del cáncer y de otras enfermedades hepáticas, que está integrado en la Universidad de Salamanca y en el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (Ibsal).
Uno de los objetivos principales es encontrar nuevos biomarcadores que permitan el diagnóstico precoz de los tumores: colangiocarcinomas, un tipo de cáncer de hígado.
Concretamente, el proyecto intenta comprender la biología del colangiocarcinoma y su evolución, así como aplicar técnicas ómicas, como genómica, proteómica y metabolómica, que permiten analizar miles de datos de forma simultánea con objeto de encontrar nuevos biomarcadores sensibles y específicos en suero, orina y bilis que permitan el diagnóstico precoz de este tipo de cáncer de hígado. Además, se pretende identificar la huella genética de quimiorresistencia de este tipo de tumor para identificar sus debilidades y desarrollar estrategias de sensibilización del cáncer a la quimioterapia.
El cáncer
El tipo de cáncer de hígado que se está investigando afecta a una parte de este órgano, concretamente al árbol biliar que es el conjunto de tuberías que conectan el hígado con el intestino. El nombre técnico para este tipo de tumores es el de colangiocarcinomas.
Se persigue también identificar la huella genética de quimiorresistencia de este tipo de cáncer y poder hacerle frente de modo más eficaz.
Desde el Instituto de investigación sanitaria Biodnostia se coordinará el trabajo de expertos en investigación básica, translacional y clínica en el estudio del colangiocarcinoma.
Epidemiológicamente hablando, el cáncer de hígado es la segunda causa de muerte por cáncer en todo el mundo. A día de hoy, este tipo de tumor es responsable de unas 700.000 muertes al año y uno de cada 10 pacientes con cáncer de hígado padece un colangiocarcinoma.
Se suele diagnosticar en pacientes con edad avanzada, en torno a los 65-70 años, lo que aumenta la probabilidad de que sufran otras patologías. Se trata por lo tanto de un paciente con una fragilidad aumentada. A esto se le añade que este tumor pasa desapercibido durante mucho tiempo porque, a diferencia de otros tipos de cáncer hepáticos, estos pacientes no suelen tener una cirrosis previa y cuando da la cara, se encuentra ya en estado avanzado. Así que, en muchos casos, estos pacientes no pueden ser operados.
El pronóstico es frecuentemente nefasto porque además estos tumores no responden a la quimioterapia. Por ello, es vital poder detectarlo antes de lo que podemos hacerlo hoy en día y disponer de herramientas terapéuticas más eficaces, por ejemplo, que permitan superar su elevada resistencia a la quimioterapia.