Puerta al averno

La Cueva de Salamanca.

Jesús Málaga, presidente del Centro de Estudios Salmantinos, y La Crónica de Salamanca inician una serie sobre monumentos, rincones, rutas y lugares ‘escondidos’ de nuestra ciudad bajo el título de: Salamanca, de la sombra a la luz

 

Cervantes se inspira en la leyenda de La Cueva de Salamanca para uno de sus Entremeses. El personaje de El Estudiante la describe así, allá por 1615:

La ciencia que aprendí en la Cueva de Salamanca, de donde yo soy natural, si se dejara usar sin miedo de la Santa Inquisición, yo sé que cenara y recenara a costa de mis herederos; y aun quizá no estoy muy fuera de usalla, siquiera por esta vez, donde la necesidad me fuerza y me disculpa; pero no sé yo si estas señoras serán tan secretas como yo lo he sido.

¿Por qué encierra tanto misterio La Cueva de Salamanca? ¿Por qué esta cripta ha hechizado a Cervantes, Calderón de la Barca, Torres Villarroel o autores extranjeros como el alemán Theodor Koerner o el inglés Walter Scott?

En esta sección, Salamanca: de la Sombra a la Luz, nos metemos entre fogones y cocinaremos La Cueva de Salamanca a fuego muy lento y emplearemos ‘ingredientes’ procedentes de Grecia: Hércules y San Cebrián; de Aragón: el Marques de Villena o de Alcalá de Henares: con Pancracio y El Estudiante.

Los cimientos de la iglesia de San Cebrián o Ciprián, destruida en 1580.
Los cimientos de la iglesia de San Cebrián o Ciprián, destruida en 1580.

Cuenta la leyenda que Salamanca fue fundada por Hércules -Heracles-, el héroe divino de la mitología griega, hijo de Zeus y Alcmena, quien construyó su morada en la Cueva de Salamanca. Milenios después, se levanta en este zona de la ciudad, cerca de la Puerta del Río, también conocida como la Puerta de Aníbal o Puerta de Hércules, la iglesia consagrada a San Ciprián o Cebrián. Curiosamente, Ciprián o Cebrián, era griego de nacimiento, como Hércules, y sus padres lo consagraron al nacer a la diosa Afrodita. Al parecer, la familia de Ciprián o Cebrián pertenecía a una larga estirpe de magos y sacerdotes paganos.

Aparece la magia vinculada indirectamente a la iglesia de San Ciprián o Cebrián. Este templo se destruyó en 1580, quedando en píe la sacristía, o lo que es lo mismo, La Cueva de Salamanca, que según cuentan, fue tapiada durante el reinado de Isabel La Católica.

Quizá la reina Isabel la mandó tapar por la vinculación de este lugar con el averno y el diablo. Al menos las historias que corrían por la Salamanca del siglo XVI eran leyendas de estudiantes que entregaban sus bienes y juventud a Lucifer para conocer los secretos de la adivinación y del más allá.

El Marqués sin sombra

Entre los alumnos más aventajados del demonio se encontraba Enrique de Aragón, también conocido como Marqués de Villena, que según los mentideros del siglo XV, Satanás le robó la sombra. Aunque, lo que perdió realmente el Marqués de Villena fue su fortuna y quedó marcado porque tuvo que vivir con una mujer a la que no amaba durante toda su vida, doña María de Albornoz, joven noble y rica, de la que se intentó divorciar. Su cultura científica y el desdén hacia el ambiente de la corte le valió fama de hechicero y nigromántico.

La cuesta de Carvajal, a la izquierda está situada la Cueva de Salamanca.
La cuesta de Carvajal, a la izquierda está situada la Cueva de Salamanca.

Según Fernández Vallín, Juan de Mena llamaba al marqués de Villena ‘honra de España’ y lloraba su pérdida como un tesoro desconocido de sus contemporáneos. Entre su trabajo como traductor cabe destacar las versiones castellanas de La Divina Comedia de Dante; la Retórica Nueva de Tulio y la Eneida de Virgilio. Menéndez y Pelayo destaca en La Ciencia Española la Carta de los veinte sabios cordobeses a don Enrique y la respuesta de éste, y entre sus obras de alquimia cabe resaltar el Tratado de Alquimia y las Virtudes de los cuerpos simples.

Puede que por escribir estas obras, al Marqués de Villena se le relacione con la sabiduría que ‘consiguió’ en La Cueva de Salamanca. Aunque, lo más probable es que fuera gracias a las clases recibidas en la Universidad de Salamanca allá por 1410 sobre materias como Alquima, Astrología y Matemáticas.

La Cueva de Salamanca continúo con su misterio dos siglos después. Y, Pancracio, gracias a la pluma de Cervantes, dice al final del Entremés:

Entremos; que quiero averiguar si los diablos comen o no, con otras cien mil cosas que dellos cuentan; y, por Dios, que no han de salir de mi casa hasta que me dejen enseñado en la ciencia y ciencias que se enseñan en La Cueva de Salamanca.

Al otro lado del mundo

El encantamiento de la Cueva de Salamanca cruzó océanos y allende los mares, Salamanca es sinónimo de una cueva en la que se reúne el Diablo con sus adeptos, o a una salamandra que vive en dichas cuevas.

Salamanca es el nombre que se dio popularmente a las prácticas y los lugares asociados con las religiones de los aborígenes de territorios de Argentina, Chile, Uruguay, y estados del sur de Brasil durante el período colonial.

La Cruz de San Cebrián se encuentra actualmente en el cementerio San Carlos Borromeo.
La Cruz de San Cebrián se encuentra actualmente en el cementerio San Carlos Borromeo.

Volver a su ‘hogar’

Hemos querido traer a esta serie de Salamanca: de la Sombra a la Luz, esta historia que mezcla leyenda y literatura y recordar que durante siglos este enclave legendario de la ciudad sirvió como carbonería o depósito de desperdicios, hasta su rehabilitación a principio de la década de los 90. Durante un par de años, se excavó la zona, situada en la Cuesta de Carvajal, a la espalda de las catedrales, y los hallazgos fueron expuestos en 1993, constituyéndose una zona arqueológica formada por la llamada torre de Villena (alusiva al marqués), la planta de la iglesia de San Cebrián y la Cueva de Salamanca.

Además de poner en valor esta zona mágica de la ciudad, donde hasta la Celestina dicen que anduvo en tratos con el mismísimo Belcebú, Jesús Málaga y la asociación Ciudadanos para la Defensa del Patrimonio han manifestado publicamente que la Cruz de San Cebrián, ahora colocada en el cementerio de San Carlos Borromeo, luciera mejor en esta zona, su ‘hogar’. De hecho, la asociación lleva reclamando el cambio de ubicación de la Cruz desde hace más de cinco años, en octubre de 2012.

cruz de san cebrian para añadir al reportaje de las cuevas de Salamanca (6)

La Cruz ubicada en el Cementerio presenta por una cara a San Cebrián y por la otra a Jesucristo.
La Cruz está ubicada en el Cementerio de San Carlos Borromeo y presenta dos caras, por una está San Cebrián, y por la otra, Jesucristo.

 

 

 

 

 

 

 

Documentación:

Francisco Botello: Historia de las Cuevas de Salamanca, con introducción de Fernando R. de la Flor.
Luciano Egido: La Cueva de Salamanca.
Manuel García Blanco: Siete ensayos salmantinos.
Raúl Andrés Pérez: La cueva de Salamanca y la magia del Marqués de Villena. Análisis de un mito hispano a la luz de las tradiciones esotéricas de Occidente.
www.enciclopedia-aragonesa.com

3 comentarios en «Puerta al averno»

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