Todos sabemos lo bueno que es practicar deporte regularmente a lo largo de la vida por cómo nos ayuda a mejorar la circulación, controlar la respiración, fortalecer el cuerpo o ganar resistencia.
Además, no es ningún secreto que practicar deporte segrega enodorfinas y que estos neurotransmisores producen sensación de bienestar, algo que podría parecerse a cómo nos sentimos cuándo estamos felices. Pero el deporte no es únicamente un estimulador de sustancias para sentirnos mejor, ni un medio con el que mantener nuestro cuerpo sano durante más tiempo. El deporte es una de las herramientas que nos puede llevar directamente a conseguir la tan ansiada felicidad o, por lo menos, acercarnos a ella.
El deporte como medicina
Aquello de mens sana y corpore sano, aquella frase que nos ha servido como latiguillo en múltiples ocasiones, no se refiere, únicamente, al hecho de segregar endorfinas. Practicar deporte es un buen aliado contra la depresión, de hecho ya hay estudios que la asemejan al beneficio de las terapias psicológicas. Algunas investigaciones señalan, incluso, que cuanto más ejercicio se practica disminuyen las probabilidades de caer en una depresión, ya que el ejercicio imita los efectos que producen algunos fármacos antidepresivos al estimular la producción de serotonina, uno de los transmisores que pueden verse afectados al estar deprimidos.
Las personas que se mantienen activas por el ejercicio físico presentan un mayor riego en el cerebro, lo que ayuda a la oxigenación neuronal; además, padecen menos inflamaciones y muestran una mayor capacidad antioxidante, lo que ayuda a que sus células permanezcan jóvenes durante más tiempo.
El deporte te ayuda a alcanzar tus objetivos
El deporte te ayuda a alcanzar cualquier meta que te propongas y a estar más cerca de tus propósitos. ¿De qué forma? El ejercicio te ayuda a entrenar tu mente en la resistencia y a superarte a ti mismo. Para alcanzar el siguiente reto, necesitas concentración que te ayude a conseguir el máximo nivel de lo que estás haciendo, control emocional que te alivie para no venirte abajo cuando lleguen los malos momentos, motivación para continuar aunque las cosas cuesten y confianza en uno mismo para ayudar a eliminar las dudas sobre las posibilidades de éxito. De todo esto saben mucho los corredores de maratones o los profesionales de deportes mentales, como el ajedrez, o los jugadores de juegos de casino, como el póker, donde la presión es muy alta y se necesita mucha capacidad de resistencia, y donde ganar o perder son la cara y la cruz de una misma moneda que puede pasarte en un mismo día.
Estas cualidades mentales que ayudan a triunfar en el deporte son grandes aliadas para el día a día, ya que ayudan a mantener nuestros objetivos a raya y a entender que, tanto la felicidad como el deporte, hay que trabajarlos.
El deporte nos ayuda a conectar
Sea cual sea el deporte que decidas practicar, te servirá para entablar conexiones en diferentes sentidos:
-Te ayuda a conectar contigo mismo, a ser consciente de tu cuerpo y de tus movimientos, a ver de lo que eres capaz y lo que podrás realizar en el futuro. Esto servirá para crear vínculos con nosotros mismos y vernos como personas que se esfuerzan para superarse, lo que será de gran utilidad en el momento de enfrentarnos a un problema cotidiano.
-Te ayuda a conectar con los otros porque es una actividad que se puede compartir. Tanto con amigos, familia, incluso con los compañeros de empresa, el deporte sirve para crear lazos, compartir momentos y conocerse mejor. Además, sea cual sea el deporte que practiques, incluso si es en solitario, puedes compartir tus logros y aspiraciones con otros que practican tu misma afición, lo que te ayudará a socializarte y a fortalecer la relaciones con los demás.
-El deporte al aire libre ayuda a conectar con el entorno porque a veces estamos demasiado ocupados para apreciar de lo que tenemos alrededor. Practicar deporte fuera de un recinto nos ayuda a alimentar la mente descubriendo nuevos rincones por donde movernos. Salamanca es una ciudad con grandes escenarios con los que salir de la rutina y, a todos ellos, se le ha unido el estreno de la nueva capa de arena en el circuito de running de La Adehuela.
El deporte quita el miedo
Practicar una actividad deportiva te pone delante de situaciones o de toma de decisiones que pueden hacer que sientas miedo. Aumentar la velocidad o seguir con ritmo constante, sentir la fatiga y pensar que no puedes llegar, que no te seleccione tu entrenador y creer que vas a estas siempre en el banquillo, lesionarte y tener que parar el ritmo durante un tiempo… todo esto son situaciones que puede temer cualquier deportista. Pero tener miedo forma parte de la vida y aprender a actuar, aun sintiéndolo, nos ayudará a adquirir una gran resistencia en situaciones difíciles. El truco está en cambiar el punto de vista y entender que cada situación que produce miedo nos ayuda a salir de nuestra zona de confort. Esto aumentará la confianza en nosotros mismos y en lo que somos capaces de hacer, y nos impulsará a caminar seguros en nuestro camino hacia la felicidad.
Pero además, comenzar a practicar un deporte nos puede ayudar a superar nuestra neofobia, es decir, el miedo a empezar algo nuevo. El miedo a comenzar algo se apoya en la poca confianza que se tiene en que se realizará con éxito, en el temor a las críticas o en el miedo a arrepentirnos en el primer momento. Pero si finalmente conseguimos hacer esos kilómetros seguidos en bicicleta, o bajamos la marca en correr esa distancia, o ganamos nuestro primer partido será el primer paso para superar el miedo a las cosas desconocidas y, eso, será de gran ayuda para comenzar cualquier cosa que nos propongamos en la vida.