El feudo es el feudo, al menos este sábado. El Ecubus venció y le dio una gran alegría a su afición que los aupó y animó en cada una de las jugadas de ataque del encuentro y supo amedrentar a los burgaleses cuando esto se acercaban a la portería charra con sus gritos
Desde que encontraron su lugar en la cancha del Río Tormes, los de Alberto Martín comenzaron a imponer su juego y sus normas. Y eso que estaba muy igualado el marcador, pero se notaba que estaban en casa.
Al vestuario se fueron con un 13-8 en el marcador que daba alas a los charros.
La segunda parte comenzó con buena sintonía. Los salamantinos no perdieron la buena racha y siempre dominaron en el marcador. Al final: 26-22. Y seguimos ahí.