El director de la Oficina del VIII Centenario Salamanca 2018, Julio Cordero, participó este miércoles en la presentación de ‘Unamuno: venceréis pero no convenceréis’, el estreno, previsto para el próximo 14 de febrero, con el que Teatro de La Abadía celebra su XXIII aniversario y los ocho siglos de historia de la Universidad de Salamanca. La obra llegará al Teatro Liceo los días 5 y 6 de octubre.
Esta coproducción de la Universidad de Salamanca, Teatro La Abadía y el Ayuntamiento de Salamanca se plantea como un monólogo íntimo sobre Unamuno, al que interpreta José Luis Gómez, que a la par codirige junto a Carl Fillion.
Un montaje sobre el novelista, pensador, poeta, profesor, traductor, dramaturgo, insigne miembro de la Generación del 98 y el rector de la Universidad de Salamanca más joven de la historia; un intelectual, una figura iconográfica dentro y fuera de nuestras fronteras. Para este desafío Gómez ha contado con el consejo de Colette y Jean-Claude Rabaté, eminentes biógrafos de Unamuno, y la colaboración de Pollux Hernúñez, que contribuyó al texto y la dramaturgia del espectáculo.
El montaje indaga en la parte más humana de un intelectual lleno de contradicciones —“nada de lo humano me es ajeno”, que ocultaba tras su seriedad y su rostro adusto—, a través de sus reflexiones, cartas y poemas tardíos junto al memorable discurso que pronunció el 12 de octubre de 1936, en el paraninfo de la Universidad de Salamanca. Sus últimos meses de vida antes de fallecer el 31 de diciembre de 1936 en su casa en Salamanca fueron meses de reclusión, soledad y desencanto. Tiempo de “desnacer”.
Origen del montaje
En 2015 José Luis Gómez se metía por vez primera en la piel de Unamuno como protagonista de película ‘La isla del viento’, de Manuel Menchón. Posteriormente, el 12 de octubre de 2016, 80 años después del famoso “venceréis pero no convenceréis”, Gómez volvía a recrear en el mismo lugar y a la misma hora, las palabras pronunciadas por Unamuno en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca en defensa de la razón.
Esta nueva evocación teatral del filósofo y erudito que fue Miguel de Unamuno se plantea como un juego de espejos dialéctico como el que caracteriza la escritura de Don Miguel. El espejo que es el teatro para la vida permite a un ‘Otro’ reflexionar sobre quién fue Unamuno, viajar en el tiempo para permitirnos ver el reflejo, por lo menos, de lo que vivió: “A veces no puedo romper la leyenda que han tejido alrededor de mí. Estoy encapuchado, indefenso en ella; y mis historiadores contarán mi vida como el mundo la ha visto, no como la he vivido”. La figura del ‘Otro’, actor que interpreta a Unamuno en escena, aspira a guardar vivas sus palabras para que nunca más sean olvidadas.
La contradicción
Contradictorio y ermitaño, Unamuno nunca estuvo de acuerdo con nada y peleó siempre contra todos los poderes establecidos. Su conocido apoyo a la República -llegando a ser incluso diputado a las cortes constituyentes- y su posterior desencanto por su aparente incapacidad para mantener el orden público y evitar desmanes como el asesinato de Calvo Sotelo, le llevan a apoyar el levantamiento del general Franco. Aquellos que iban a restablecer el orden y la ley ajustician y asesinan sin ley ni orden. Abrumado por las ruinas de la guerra, la angustia y el sentimiento trágico de la vida, acomete lo que será, en palabras de José Luis Gómez, “uno de los hechos de mayor valentía intelectual de la Historia de España”.
Sus palabras en el Paraninfo ante académicos, falangistas, legionarios y periodistas, fueron un acto en defensa de la dignidad, la justicia y la libertad. Para Gómez, “más que un acto de coraje o valentía, es un acto de expiación.
La palabra es muy adecuada porque Unamuno era una persona de gran espiritualidad, aunque no necesariamente religioso. El reconocimiento de este trágico error, pagado con remordimiento y quizá la muerte, ha terminado por convertirse en el verdadero motor del espectáculo”. Y continúa: “Lo que he intentado con este espectáculo es entrar en esa enorme contradicción que sufren y viven muchísimos intelectuales de la época, desde Marañón a Ortega. Europa vive una guerra contra el liberalismo”.
El contexto actual nos demuestra que la figura y la palabra de Miguel de Unamuno es absolutamente urgente y necesaria, y nos enseña que solo el diálogo puede crear una base sólida para una sociedad en democracia.