Fotoprix, la última cadena de fotografía y laboratorios fotográficos que quedaba en España, presentó este viernes concurso de acreedores (paso previo a la quiebra si no se llega a un acuerdo con ellos), con unas deudas de 12 millones de euros.
Los principales acreedores son la Seguridad Social y Hacienda. La cadena, que cuenta con 95 tiendas y 70 franquicias en todo el país, y una plantilla de 400 trabajadores, está presente en Salamanca con el establecimiento de la avenida de Mirat.
La empresa atribuye su decisión a los efectos de la crisis que arrastra el sector debido al cambio de hábitos de los ciudadanos y a la expansión de la fotografía digital, las redes sociales y la telefonía móvil que hacen prescindible el revelado y casi la adquisición de cámaras.
La inversión
Fotoprix asegura que durante este periodo ha realizado una importante inversión para adaptarse a las nuevas circunstancias del mercado, y también se queja de que los bancos le han cerrado «de golpe» las pólizas de descuento de 4,5 millones de euros que tenía a su disposición durante los últimos meses para disponer de liquidez.