Vino la víspera del Pilar y la lluvia lo recibió en Salamanca para que no tuviera morriña de su tierra y de eso hace ya 30 años. Así comenzó Manuel Muiños su pregón de la Semana Santa de este año
Manuel Muiños recordó a su familia, la real y la de la Iglesia, y a su querida Fundación Alcántara-Proyecto Hombre Salamanca, una auténtica hermandad con lenguaje laico y valores muy evangélicos, «donde día tras día tratamos de resucitar a muchos crucificados de nuestra sociedad».
Para Muiños pregonar la Semana Santa Salmantina, tras treinta años de su llegada es «un honor, un orgullo y por supuesto una gran responsabilidad. Pregonar es confrontarnos desde el corazón y con el corazón. Cara a cara contigo y con tu madre, con vosotros y con todos los que conforman ese itinerario de Vida, Pasión, Muerte y Resurreción en todo y cada uno de los pasos de la Semana Santa de Salamanca».
«Qué gozada Señor caminar junto a ti y en ti durante estos días. Qué oportunidad para humanizarnos un poco más, aprendiendo el arte de amar y de recibir todo, dándolo todo».
Hizo un repaso por procesiones y cofradías y concluyó deseando que no sea una Semana Santa más y mucho menos la menos Santa de todas las semanas. «Que María, mujer distinta pero no distantes y siempre Madre, nos acompañe en este caminar».