Treinta minutos después del horario previsto, la junta de la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz anunciaba en el toral de la Iglesia del Arrabal que suspendían la procesión por las calles capitalinas. El motivo: la lluvia
Cielo encapotado y nubes amenazantes. Además, desde la Agencia Estatal de Meteorología pronosticaban lluvia, por lo que, muy a su pesar, la junta de la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz tuvo que suspender la larga procesión con los dos pasos, el Cristo del Amor y de la Paz y María Nuestra Madre.
Las lágrimas afloraban en los ojos de los hermanos. No obstante, los pasos sí salieron de la iglesia del Arrabal y los devotos pudieron verlos y admirarlos.
Lo que no hicieron fue procesionar por la carretera de Madrid, paseo del Progreso entrada en el Puente Romano, Rector Esperabé, Ribera del Puente, Tentenecio, Plaza Juan XXIII, entrada a la S.I.B. Catedral (puerta del Obispo), Acto Penitencial en el atrio de la Catedral, reanudación de la procesión por la Plaza de Anaya, Rúa Mayor, Quintana, Meléndez, Compañía, Rúa Antigua, Plaza de San Isidro, Libreros, Vera Cruz, Tentenecio, Ribera del Puente, Puente Romano, carretera de Madrid y volver de madrugada a la antigua iglesia del Arrabal.
Cargaron con los pasos, los elevaron al cielo, pero tuvieron que volver al templo, el riesgo de que durante el recorrido procesional los sorprendiera la lluvia era muy alto y podría dañar los pasos. La escultura del Cristo del Amor y de la Paz data del siglo XVII y su autoría se desconoce y María Nuestra Madre, obra de Hipólito Pérez Calvo, es de 1987.