El Ayuntamiento de Salamanca solicitará a la Confederación Hidrográfica del Duero la reparación de la Pesquera del Tormes, que ha sufrido recientemente la rotura de una de sus paredes. En caso de que este organismo no rehabilite esta aceña protegida por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), el Consistorio asumirá su reconstrucción de forma subsidiaria al ser uno de los elementos con un nivel de protección integral sobre el que únicamente se permiten intervenciones orientadas a su consolidación, conservación y restauración.
Se trata de una construcción destinada a la canalización del agua hacia las aceñas históricas situadas en ambas márgenes del río a su paso por la ciudad, la del Mudaral (posterior Fábrica de Harinas y actual Casino de Salamanca) y la del Arenal, que ya existían en el siglo XII y que ya han sido objeto de reparaciones motivadas por los destrozos provocados por las riadas históricas del Tormes.
Además, este azud forma parte de las vistas tradicionales de la ciudad, localizándose junto al Conjunto Histórico y al área incluida en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Esta Pesquera forma parte inseparable del paisaje histórico urbano que ofrece el perfil de la ciudad de Salamanca y su identidad cultural. La lámina de agua que conforma ha creado uno de los miradores de primer orden en el que confluyen e interaccionan distintos elementos de su conjunto urbano y natural.
Por otra parte, el Ayuntamiento, que se ha mantenido en contacto con la CHD desde que se produjo la rotura en la Pesquera, retirará los residuos del cauce que han quedado al descubierto debido al descenso del caudal cuando esta zona sea accesible y se puedan realizar estas labores «con seguridad para el personal y la maquinaria necesaria».
El PSOE instó este martes al equipo de gobierno municipal a una limpieza del cauce y las riberas del Tormes destinando para ello la partida presupuestaria en este año «suficiente para una actuación integral de este tipo».
El Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Salamanca demanda una limpieza del río Tormes para modificar la imagen de suciedad que ofrece actualmente. Consideran que el río es un “eje vertebrador” de la ciudad y, por lo tanto, no pueden desentenderse de su mantenimiento.
Para ello, el primer paso sería ponerse de acuerdo entre todas las instituciones que tienen competencia para actuar y, posteriormente, hacer una partida presupuestaria en 2018 para llevarlo a cabo.
Según explicó Arturo Ferreras, esta limpieza ya se intentó en el año 2008, cuando el equipo de gobierno instó a la Confederación Hidrográfica del Duero a actuar, pero la Confederación respondió que no era su labor. El Ayuntamiento recorrió entonces a judicializar el proceso, el cual acabó perdiendo y pagando sus costas (4.000 euros). Por lo tanto, las únicas limpiezas que se han hecho han sido de carácter voluntario.
