EspañaDuero estima que la economía de Castilla y León mantendrá su ritmo de crecimiento en el 2,5 por ciento este año aunque advierte del “reto” que supone la pérdida de población activa por el envejecimiento. La previsión, que mantiene el 2,5 por ciento de avance del año 2017, mejora en dos décimas la efectuada por la entidad en diciembre por el impulso de la demanda interna, aunque es inferior al 2,7 por ciento estimado por la Junta para 2018.
El número trece de su informe ‘Previsiones Económicas de Castilla y León’, que hoy presentó su coordinadora, Felisa Becerra, y el director territorial de EspañaDuero en Valladolid, Manuel Rubio, estima que este año tendrán signo positivo todos los sectores económicos, donde se prevé un “crecimiento generalizado” de las tasas de empleo. El número de ocupados se elevará a un ritmo del 1,9 por ciento, los parados se reducirán un 12,7 por ciento y la tasa de desempleo acabará en el 12,3 por ciento, 1,8 puntos por debajo de la de 2017.
Eso sí, Becerra advirtió del “reto” que supone para la Comunidad la pérdida de población activa y el envejecimiento, al igual que en España, que crecerá a un ritmo del 2,7 por ciento, y en el conjunto de Europa. “Es uno de los principales retos para la economía de Castilla y León”, dijo. Rubio por su parte, remarcó que la entidad lleva desde de 2015 “tomando el pulso” a la evolución económica de la Comunidad, y expuso que el último informe constata que se mantienen las expectativas de crecimiento económico.
La analista precisó que se prevé un avance de la agricultura del 2,8 por ciento, frente al retroceso que sufrió en 2017 por la sequía del 9,9 por ciento. Asimismo, la industria crecerá un 1,2 por ciento, siete décimas más que el año pasado. La construcción y los servicios, sin embargo, moderarán su crecimiento, con porcentajes del tres y el 2,7 por ciento, respectivamente, frente al 3,3 y 3,5 por ciento de 2017, en cada caso. Becerra recalcó que las tasas de crecimiento del empleo estarán comprendidas entre el 6,1 por ciento del sector agrario y el 1,3 por ciento de los servicios.
El informe también revela del lado de la demanda, que el crecimiento económico estará impulsado por la formación bruta de capital fijo (inversiones), que se elevará este año un cuatro por ciento, aunque por debajo del 4,9 por ciento de 2017.
Asimismo, también se animará la demanda interna, que crecerá un 2,4 por ciento, una décima por debajo de la media del 2017. En cuanto al consumo final de las administraciones públicas, subirá un punto, frente al 3,3 por ciento del año pasado.