La primera ola de calor del verano ha llevado los termómetros de la capital del Tormes a rozar los 40º. Este miércoles el bochorno será mayor y subirán las temperaturas nocturnas. La provincia se mantiene en alerta ante el riesgo alto de que se produzcan incendios forestales.
Este martes hubo termómetros que llegaron a la barrera de los 40º en las horas centrales del día, que son la peores, especialmente entre las 14 y las 18 horas.
Este calor obliga a utilizar protectores solares si se va a estar mucho tiempo expuesto al sol en la calle, piscinas y zonas de baño, y a hidratarse más de lo habitual.
Además, mientras dure la alerta se han prohibido algunas prácticas de ocio (las barbacoas) y agrícolas para evitar incendios forestales en el medio rural, como el que el lunes calcinó casi cinco hectáreas en el término de Cipérez, o el que se produjo este martes por la mañana en Pereña.