Unamuno y su ética universitaria

La Asociación Amigos de Unamuno trae esta semana la visión del escritor Fernando Bienvenida sobre el filósofo
Miguel de Unamuno, escalera de la Universidad. Foto para colaboración F. Robustillo

 

Unamuno, hoy

Conseguido su anhelo y alcanzada la inmortalidad en una nueva dimensión, cruza don Miguel la Plaza Mayor, Concejo y Los Bandos hacia la calle Zamora, no sin antes hacer un comentario sobre la mejorable escultura, hojas pajareadas, de Carmen Martín Gaite.

Pasea acompañado de su primo Telesforo de Aranzadi, y a la espera de lo que ocurra con la presidenta de la Comunidad de Madrid, señora Cifuentes, charlan sobre la ética universitaria. “Tú sabes, primo -le dice Telesforo- mi rigor en los exámenes, y puedo estar orgulloso de que nunca regalé un aprobado a nadie. Siendo así que, en cierta ocasión, la Secretaría de mi Facultad en Cataluña convirtió en aprobado el suspenso dado al hijo de un influyente prohombre, pero ‘como no se podía saber menos que nada’, que es cuanto sabía el muchacho, comenzaron a llegar innumerables traslados de matrícula a la Universidad, hasta que estalló el escándalo”.

“Indudablemente, en defensa de tu ética y por el respeto que merece un solo alumno que raye como cuchillos los codos en el pupitre, no se puede actuar de otra manera”, le responde Unamuno.

Fernando Bienvenida
Escritor

Desde el Alto soto de torres, por la Asociación Amigos de Unamuno

1 comentario en «Unamuno y su ética universitaria»

  1. Hace muchos años vi a Unamuno por la Plaza Mayor de Salamanca en compañía de Valle Inclán. Su larga barba iba repleta de dijes. medallas y otros atuendos. En mi mente infantil quedó grabada la imagen.

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