La famosa frase ‘los magos no revelan sus trucos’ no funciona delante de un juez, incluso si eres el famoso David Copperfield. El conocido ilusionista ha tenido que desvelar sus secretos después de que el excocinero británico Gavin Cox le demandara por sufrir daños tras participar en la realización de su truco Lucky 13. El hecho tuvo lugar en un casino de Las Vegas en el año 2013.
El truco, Lucky 13, consiste en hacer desaparecer a 13 personas del público para, posteriormente, hacerles reaparecer. Chris Kenner, productor ejecutivo de David Copperfield, explicó ante el tribunal el misterio que encierra. Los 13 participantes se colocan sobre una plataforma y son tapados con unas cortinas. A cada uno se le da una linterna y son conducidos rápidamente a través de varios pasillos para luego volver a entrar por la parte posterior del teatro al final del número.
“¿Es esa ruta una carrera de obstáculos?”, preguntó el letrado de Gavin Cox, a lo que Kenner respondió que no y añadió que diez minutos antes Copperfield había caminado “con seguridad” por el mismo recorrido.
Al parecer, Gavin Cox sufrió una caída durante el recorrido. El excocinero británico fue uno de los elegidos para participar en el truco, pero un accidente durante la realización del mismo le dejó lesiones irreversibles en el cerebro. Según el diario The Guardian, los cuidados médicos le han costado cerca de 455.000 euros.
La defensa de Copperfield no logró llegar a un acuerdo con el demandante para evitar revelar el secreto del truco en el juicio. Se trata de un número que el famoso mago ha realizado decenas de miles de veces a lo largo de los 20 años que lleva ejerciendo como ilusionista. El abogado del casino MGM Grand de Las Vegas ha declarado que este truco ya no se emplea para cerrar el espectáculo de magia.