Iberdrola ha obtenido un beneficio neto de 838 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que implica un incremento del 1,2% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Este resultado ha sido impulsado por la mejora del beneficio neto ordinario, que ha aumentado un 28,5%, hasta los 769,9 millones de euros, que ha más que compensado los 255 millones de euros de plusvalías que se registraron en los tres primeros meses de 2017.
El beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo se ha situado en 2.323,5 millones de euros, un 24% más que en el mismo periodo de 2017.
El buen comportamiento operativo de todos los negocios ha compensado el impacto negativo del tipo de cambio y ha permitido el crecimiento de todas las áreas: generación y clientes (+51,6%), redes (+17,5%) y renovables (+13,9%).
Las inversiones también se han incrementado, un 14,1%, hasta alcanzar los 1.185,3 millones de euros. De esta cantidad, un 40% se ha destinado a redes, un 37% a energías renovables y un 23% a generación y clientes, de acuerdo a las Perspectivas Estratégicas 2018-2022 de Iberdrola. En ellas, el grupo prevé llevar a cabo inversiones por valor de 32.000 millones de euros en el periodo, de los que más de un 90% se destinará a actividades reguladas o con contratos a largo plazo.
Durante 2018 se han puesto en marcha ya 1.905 nuevos megavatios (MW) de renovables y generación contratada, de un total de 7.790 MW actualmente en desarrollo y que estarán operativos para 2020, además de otros 1.301 MW para 2022.
La eficiencia operativa del grupo también ha continuado mejorando, gracias al crecimiento y a la contención de gastos, y se ha situado al cierre de marzo en un 25%, como consecuencia de la mejora -de 80 puntos básicos- en la relación entre gasto operativo neto y margen bruto. Los efectos positivos del plan de eficiencia implementado en 2017 se notarán fundamentalmente a partir del segundo trimestre.
El flujo de caja operativo ha ascendido a 1.877,1 millones de euros entre los meses de enero y marzo, lo que supone un incremento del 12,9% respecto al mismo periodo del pasado ejercicio.
En este contexto, Iberdrola puede anticipar un Ebitda superior a los 9.000 millones de euros y un beneficio neto reportado cercano a los 3.000 millones de euros para el cierre de 2018.
Estos resultados estarán respaldados por un fuerte crecimiento de todos los negocios: los nuevos marcos tarifarios en Estados Unidos y Brasil y los planes de eficiencia impulsarán el negocio de redes; la nueva capacidad operativa, la mayor producción y el incremento de las reservas hidroeléctricas y condiciones de viento mejorarán el desempeño del área de renovables, mientras que las actividades de generación y clientes se beneficiarán de los efectos positivos del aumento de la demanda, la nueva capacidad y una mayor producción.