La Sala de las Tortugas incrementa su colección con el ‘Cocodrilo de Villamayor’

La Sala de las Tortugas ha visto incrementada su estupenda colección de fósiles con la “llegada del ‘Cocodrilo de Villamayor’. Llevábamos 33 años detrás de él y por casualidad lo descubrimos y ahora forma parte de la colección de fósiles”, explica Emiliano Jiménez, fundador de la Sala de las Tortugas.

Las casualidades existen y en muchas ocasiones traen consigo hallazgos ansiados. Este es el caso del ‘Cocodrilo de Villamayor’. El fósil fue encontrado por unos mineros que trabajaban una cantera de Villamayor próxima al Tormes, como en otras muchas ocasiones. De hecho, varias canteras ubicadas en esta zona tuvieron que clausurase debido a que las piedras presentaban muchos fósiles y eran de mala calidad.

Una de esas piedras contenía el fósil de un Cocodrilo denominado Diplocynodon. Emiliano Jiménez, el ex profesor de Paleontología de la Universidad, había oído hablar de él, incluso lo llegó a ver. Pero hace más de 30 años, aún no se había creado la Sala de las Tortugas  para poder depositar el fósil. Además, perdió el contacto con la familia de Nicomedes de Castro, más conocido como el tamborilero ‘Medes’, custodiador y propietario del fósil y que en su momento quiso que la Universidad de Salamanca fuera la depositaria de este ‘Cocodrilo’, por lo que Jiménez pensó “que sería difícil encontrarlo y que formara parte de la colección de la Sala”.

Jiménez le perdió la pista, pero el azar quiso que el alcalde de Villamayor Ángel Luis Peralvo le pidiera a la familia de ‘Medes’ que expusiera el ‘Cocodrilo de Villamayor’ en a pasada Feria de la Piedra. Emiliano Jiménez acudió a la Feria y se encontró con el famoso fósil. Se puso en contacto con la familia y ellos “encantados de hacer realidad la voluntad de su padre, de que el Cocodrilo estuviera a buen recaudo en la Universidad de Salamanca”, matiza Jiménez.

Las diez piedras que conforman el fósil del ‘Cocodrilo de Villamayor’ ya se pueden ver en la Sala de las Tortugas y los primeros visitantes que ha tenido el Diplocynodon han sido los alumnos del colegio Globo Rojo, en una visita guiada. (Las visitas se deben solicitar a través del Decanato de la Facultad de Ciencias).

 

 

Emiliano Jiménez muestra una de las piedras donde se ve la columna vertebral del Cocodrilo.

Emiliano, ¿qué supone para la Sala esta nueva incorporación?

Es una pieza estupenda, porque las placas están en su sitio.

 

¿A qué se refiere?

Un animal vertebrado se lo comen las alimañas o se va desvertebrando por la erosión. Lo habitual en una excavación es que encontremos dientes o placas, pero no una pieza entera, como en éste caso. Esto significa que murió y se quedó en el lugar donde lo encontraron los canteros, por eso está entero. La pena es que no tiene cabeza, quizá porque se erosionó o porque los mineros que sacaron la pieza, al no ser expertos, pues no le dieran importancia.

¿Van a limpiar las piedras?

Sí, la idea es ponerle una resina transparente y quitarle la arenisca hasta dejar al descubierto la placa.