El Palacio de Monterrey ya se puede visitar

Se puede ver una docena de estancias por cinco euros
El salón del piso superior que se creó a mediados del siglo XX al cerrar la galería.

Este jueves han comenzado las visitas abiertas al público de una docena de estancias del Palacio de Monterrey, perteneciente a la Casa de Alba, una de las familias más ricas de España. Esto ha sido posible gracias al convenio suscrito por el Ayuntamiento y la Fundación casa de Alba, mediante el cual el Consistorio aportó 217.000 euros a la rehabilitación del inmueble a cambio de abrir parte del palacio al turismo, previo pago de una entrada.

 

La temporada incluye cuatro visitas de 45 minutos cada una por la mañana y tres por la tarde. Los lunes por la tarde es jornada de puertas abiertas (gratis). Las entradas se pueden comprar en la Oficina de Turismo (Plaza Mayor).

El palacio lo proyecto el tercer conde de Monterrey, un noble de siglo XVI que dispuso de un presupuesto de 10 millones de maravedíes (una barbaridad también para la época), pero se quedó corto y el palacio inacabado, porque el duque se embarcó en otras empresas (apoyo a causas bélicas del Imperio y otro palacio en Sevilla).

En el siglo XX se realizó la primera reforma, cerrando la galería del último piso creando así un enorme salón con chimenea que se incluye en el recorrido que se puede visitar. En total, una docena de estancias, respetando la zona privada que se reserva la familia de la Casa de Alba para su uso.

Una cadenas colgadas en la puerta de entrada al palacio indican que allí ha dormido el rey de España. Han sido dos, Alfonso XIII y Juan Carlos I y la habitación real también se puede visitar.

Las obras a las que ha sido sometida esta obra civil representativa del Renacimiento y modelo de arquitectura para numerosos edificios en España e Hispanoamérica comenzaron en mayo del año pasado. Iban a durar seis meses, pero al final ha sido casi el doble.

En un primer momento sólo estaban previstas para la fachada sur y la torre central, pero también se han extendido a la zona norte con intervenciones en las fachadas de mampostería, la sillería de los muros, las impostas intermedias, cornisa y cubiertas, pero también, se reformó la zona de aseos para el visitante, y se adecuó la entrada.

Para ello, la Casa de Alba se ha hecho cargo de los costes asociados a esta ampliación de las obras de rehabilitación. “Gracias a esta intervención, el Palacio de Monterrey lucirá en todo su esplendor tanto por fuera como por dentro a partir del próximo 10 de mayo, día en que sus puertas se abrirán de forma estable a las visitas”, previo pago de la entrada (5 euros los adultos y 3 los niños de 6 a 12 años y los mayores de 65).

El convenio entre ambas partes establece que los posibles beneficios obtenidos por la gestión turística de las visitas al Museo Palacio de Monterrey (venta de entradas y merchandising si lo hubiera) sean reinvertidos en la mejora de la musealización y en su dinamización y mejora de la exposición, así como en el mantenimiento, conservación y mejora de todo el edificio que alberga el Museo, dando prioridad a la recuperación y conservación del Patrimonio Histórico Artístico.

Desde este jueves, salmantinos y visitantes podrán disfrutar de un completo recorrido museográfico por un palacio que fue declarado Monumento Nacional en 1929 y cuyo estilo arquitectónico es referente de la corriente del plateresco español, entre otros detalles, por sus magníficas cresterías. Del interior, cabe resaltar una parte de la colección pictórica de la Fundación Casa de Alba que allí se expone, con dos paisajes de Francisco de Ribera, óleos de Sánchez Coello, Carreño de Miranda, Salvatore Rosa y Tiziano entre otros artistas, así como su rico conjunto de artes decorativas.

Restauración  

El proceso de rehabilitación del Palacio de Monterrey, liderado por el arquitecto José Javier López Martín, se ha desarrollado siguiendo los criterios para la conservación, consolidación y restauración establecidos por la Unesco. Es decir, respeto a la autenticidad, mantenimiento de la integridad y cautela.

La piedra ha sido limpiada y restaurada pero sin alterar elementos como la pátina, que es una evolución natural de la superficie y se revela como un testimonio vivo de su antigüedad.

También por esta razón los elementos ornamentales de este monumento BIC se han consolidado haciendo uso, en la medida de lo posible, de las técnicas tradicionales que se emplearon para su construcción. Así pues, los tratamientos de la piedra han estado destinados a paralizar y ralentizar los procesos de degradación.

La Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Salamanca ha tutelado la intervención y el Ayuntamiento de la localidad también ha mostrado su compromiso con la recuperación y puesta en valor del Patrimonio salmantino durante todo el proceso de rehabilitación.

 Galería de fotos del interior del Palacio de Monterrey, aquí

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