La Asociación Salmantina Contra el Bullying y Cyberbullying ha congregado este sábado a más de 80 moteros en el Campus Unamuno con el fin de acabar con el bullying.
La concentración ha comenzado en la Plaza Bolonia, donde se ha leído un manifiesto, para después ir hasta el Ayuntamiento de Santa Marta, donde se ha vuelto a leer el manifiesto, y finalizar en el CC El Tormes, donde prepararon una fiesta con refrigerios y música.
La asociación ASCBYC ha querido aprovechar la celebración del VIII Centenario de la Universidad de Salamanca para alertar sobre el aumento de los casos de bullying. El pasado 2 de mayo se celebró el Día Internacional del Bullying, por lo que este sábado han querido organizar un acto dentro de su programa “Daño por amor”.
La presidenta de la asociación, Carmen Guillén, explicó que la iniciativa “empezó a formarse viendo una idea que se está llevando a cabo en Estados Unidos en la que los moteros de allí acompañan a niños víctimas de bullying hasta su escuela. Eso los hace subir el ánimo. Entonces ese proyecto nos gustó mucho y decidimos convocarlo aquí en Salamanca”. Esperan que la idea también triunfe aquí y “siga para delante”.
El manifiesto reza que “no nos podemos permitir el sufrimiento en vidas tan pequeñas”, por lo que se comprometen a cambiar estas situaciones. “Estamos en contra de todo tipo de violencia”, afirman, “sea violencia de genero, maltrato animal, acoso laboral, violencia a menores y, en especial, la que se lleva a cabo en las aulas. Como adultos debemos denunciar y concienciar”.
Son conscientes de que erradicar esta conducta no es fácil, ya que los casos están aumentando considerablemente y todavía está silenciado, pero “vamos a comprometernos a ello”, asegura Carmen Guillén. “Nos comprometemos a romper la ley del silencio, que es la que causa este tipo de cosas al no hablar nadie por ningún ámbito”, ha manifestado, para lo cual quieren “hacer ruido” y llamar la atención de padres, profesores y personas implicadas.
En cuanto a la universidad, Guillén ha señalado que el bullying que se genera en las aulas universitarias es diferente. “Es más redes sociales, más acoso de otro tipo”, ha subrayado, aunque afirma que “es acoso igual. También hay víctima, también hay agresor, pero es otro tipo distinto”.
