Se oye pensar

La Asociación Amigos de Unamuno trae esta semana una leyenda urbana sobre Unamuno

 

[dropcap]C[/dropcap]uenta una leyenda urbana que un charro gachupín se cruzada cada día en la Calle de  la Compañía con D. Miguel cuando este volvía del Rectorado.

Dice que se miraban y con una caída de párpados y un pequeño movimiento de cabeza se decían adiós para no alterar el profundo silencio del lugar.

Solamente un día el salmantino rompió el protocolo: D. Miguel, no piense usted tanto que le va a doler la cabeza.

Ese día el vasco de nacimiento y salmantino de adopción no dijo nada, llegó a su casa en la calle Bordadores y en la primera cuartilla que pilló a mano escribió: “En la Ciudad de Salamanca, selva de talladas piedras, en que apenas se siente fluir el tiempo, se oye pensar”.

Por: Literatura Abstracta.

Desde el Alto soto de torres, por la Asociación Amigos de Unamuno.

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