Opinión

Vaugneritas de Ledesma

Muestras de vaugnerita. Calzadilla del Campo (Ledesma: Salamanca).

 

– Le he traído estas rocas para la colección de su sobrino.

 

– ¡Ah, síi! ¡Qué bonitas son! ¿Y como se llaman?

– Son vaugneritas y se cogieron muy cerca de Ledesma.

Portada principal de la Clerecía. Las jambas y el dintel internos son de vaugnerita. Para las externas, de tono blanquecino, se empleó un microconglomerado preterciario que, al deteriorase, ha sido enjalbegado. Puede apreciarse el original en los desconchados.

– ¿Wagneritas? ¿Qué tiene que ver Wagner con Ledesma?

– No. No. ¡Vaugneritas, no wagneritas! No se dedicaron al compositor, sino a la ciudad de Vaugneray, cerca de Lyon, en Francia, a mediados del siglo XIX.

– ¿Y por qué se caracterizan? Parece un granito oscuro…

– ¡Muy bien! Como el granito, esta es una roca plutónica, es decir enfriada y cristalizada a partir de un magma fundido, lentamente, a gran profundidad de la superficie terrestre. Pero ¿qué sabe usted de petrología de rocas ígneas?

– ¿Yoo? ¿De petrología? ¡Cero patatero! Sólo sé que el granito está formado mineralógicamente por cuarzo, ortosa y micas.

– ¡Vale! Pero el granito no es más que un tipo de rocas plutónicas, la más abundante. ¿Quiere que le diga en que se basa la clasificación de las rocas plutónicas -y también de las volcánicas?

– No me vendrá mal saberlo…

– Pues se hace según sea la proporción de cuarzo y feldespatos. Los feldespatos son silicatos alumínicos que pueden ser potásicos (ortoclasas, entre los que está la ortosa), o calco-sódicos (plagioclasas). También puede haber otro grupo de rocas sin cuarzo y con otros minerales calco-sódico-potásicos, pero con menos silicio, los feldespatoides, pero de ellos no hablaremos ahora.

«Por lo general, el tono rosado o claro en las rocas graníticas se debe a la abundancia de cuarzo y ortosa, mientras que los grises a la mayor presencia de plagioclasas, como sucede en la dioritas y cuarzodioritas.

– Pues yo creía hasta ahora que las rocas graníticas eran de composición uniforme.

– Bueno. Se dice así porque no tienen aspecto estratiforme. Pero en su composición mineralógica puede haber muchas variaciones o diferenciaciones.

Portada principal de la Clerecía. Detalle de la jamba izquierda, en la que se aprecia la textura vaugnerítica, con cristales entrecruzados de biotita y anfíbol.

-¿Y qué es esta roca de Ledesma?

– La vaugnerita entra dentro del grupo de las dioritas, y se caracteriza por su gran abundancia de -mire- estos cristales negros brillantes, que son de mica negra, la BIOTITA, y estos otros, también negros, alargados, que son ANFÍBOLES. Estos otros, más pequeños, son de plagioclasa, y además tienen cuarzo y algo de ortoclasas rellenando. Pero lo más sobresaliente de esta roca es su textura de cristales

Fachada del Seminario Diocesano de Calatrava.

entrecruzados.

– Desde luego es una roca de aspecto muy bonito. ¿No se ha empleado en la construcción de monumentos?

– ¡Ya lo creo que sí! Durante los siglos XVI al XIX fue bastante utilizada como complemento cromático a la «arenisca de Villamayor», la famosa piedra dorada de Salamanca. A las vaugneritas se las conocía como «piedra pajarilla«.

– ¿No puede decirme algún monumento donde pueda verla?

– Veamos. Cuando pasee por Salamanca vaya fijándose en los «granitos oscuros». Pronto se dará cuenta de cuáles son las vaugneritas si comienza por ver las jambas y el dintel de las portadas principales de la Clerecía, enfrente de la Casa de Las Conchas. Observará tres tonalidades. La más oscura es de las vaugneritas; la blanquecina es de una roca sedimentaria, un microconglomerado, la llamada «piedra tosca» de edad anterior al Terciario, que se obtenía en los alrededores de la ciudad. Como estaba muy deteriorada la han enjalbegado, desconchándose en algunos puntos que dejan ver la roca original. Y luego está la sin par «arenisca dorada de Salamanca», de edad eocénica, el gran ornato de la ciudad. Se distingue muy bien, en las vaugneritas, el entrecruzado de los cristales de biotita y anfíbol. Es un buen lugar para aprender a distinguir la textura vaugnerítica de la de las dioritas o granodioritas, rocas plutónicas grisáceas más claras, abundantes en los zócalos o basamentos de muchos edificios salmantinos.

Fachada del Seminario Diocesano de Calatrava. Fuste monolítico derecho, labrado en vaugnerita.

 – Y siendo una roca tan bella, ¿no se la podía labrar?

– Pues sí. ¡Ya lo creo que se las labraba! Para mí, la obra maestra en este sentido es la portada de Seminario de Calatrava, con sus dos columnas, o fustes monolíticos. Y hay muchos ejemplos más, repartidos por toda la ciudad de Salamanca, y también en Ledesma. En estos momentos están siendo estudiados por el Departamento de Geología y otros de la Universidad de Salamanca.

– ¿Pues si tiene estas propiedades, por qué no se sigue utilizando?

– Dejo de extraerse en el XIX, debido a los avatares históricos tan convulsos de aquel periodo. Hoy no se conserva ni el relieve de las canteras…

– Pues es una lástima. Si tan hermosa es la «pajarilla«, a lo mejor podría usarse en los talleres de escultores…

– Pues sí. ¡Pero…!

3 comentarios en «Vaugneritas de Ledesma»

  1. Para saber más sobre las vaugneritas de Ledesma, consultar:

    López Plaza, M.; González Sánchez, M.; García de los Ríos Cobo, J. I.; Cortázar Estíbaliz, J.; Carlos Íñigo, A.; Vicente Tabera, S. & López Moro, F. J. (2007): La utilización de las rocas vaugneríticas en los monumentos de Salamanca. Studia Geologica Salmanticensia, vol. 43 (1): págs. 115-142. Salamanca

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  2. Muy interesante la lección de hoy, Emiliano. Ya me había fijado en el trabajo de las columnas del seminario de Calatrava que es espectacular, pero no sabía que eran vaugneritas. Muchas gracias y un abrazo,

    Emilio

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    • Gracias a ti, Emilio. Ha sido un placer enseñarte la importancia de saber de qué roca está formado este monumento.
      Un abrazo

      Responder
  3. Creo recordar haber leído en diccionario de Pascual Madoz que en el pueblo salmantino de Sobradillo había gran cantidad de piedra pajarilla que los del lugar usaban para las paredes de sus fincas y para edificaciones urbanas.
    es más actualmente desde hace unos años ,se vende toneladas de ellas y exportan a Portugal y resto de España para las paredes de chalets.
    Es un expolio a la naturaleza de las Arribes y su ecosistema. Las paredes ya no tienen sentido por la Concentración Parcelaria realizada en Sobradillo y sus bellas piedras se venden a toneladas cargadas en camiones y especulando sin que nadie denuncie o diga algo sobre este desastre ecológico en las Arribes chicas,del Águeda.
    Y que aquí informo y hago constar para veracidad y conocimiento de TODOS.

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