Opinión

La tropa

Eduardo Zaplana. (Archivo)

[dropcap]S[/dropcap]i tuviéramos que escoger una de las muchas razones por las que nuestro país pierde crédito y prestigio a raudales en el extranjero global, nos veríamos en un aprieto porque no son pocas. Pero bastaría con fijarnos en esa tropa de golfos y delincuentes que nos desgobierna desde hace ya tanto tiempo y cuyo número empieza a dejar pequeña no solo la lista de los reyes godos sino a todos los godos que en el mundo han sido, incluido Franco.

Y no es cuestión de remontarse hasta los godos en busca de las raíces de nuestros males endémicos, pero lo cierto es que la actual catástrofe sociopolítica, ética y estética, no se aborta de la noche a la mañana ni brota por generación espontánea. Tanta semilla fructificando hacia la podredumbre requiere un terreno abonado.
Al día de hoy ocupamos la tercera división de los países bananeros, pero todo puede empeorar. De hecho cada año que pasa batimos más records de corrupción, y uno de los misterios históricos más investigados en el futuro será sin duda cómo tantos ciudadanos adultos pudieron invitar a tantos mangantes a merendar en sus propias casas.

Sea como fuere, sería muy difícil encontrar en nuestro entorno un país que se nos asemeje siquiera un poco.
Debe calificarse como extraordinario que un partido que acoge en su seno tal cantidad de truhanes pueda gobernar y mangonear un país que se dice europeo, civilizado, y occidental. Y más que extraordinario solo puede definirse como extravagante que ese gobierno de los chorizos cuente con la aquiescencia de tantos votantes, en su condición de estafados en libertad y consentidores libérrimos de su propia ruina.
Extraordinario o extravagante es también que el propio presidente del gobierno de la dicha tropa flote en un limbo de indefinición imposible de definir, valga la redundancia, entre mensajes de omertá corporativa y apuntes contables de la mafia. Es decir, de la tropa.

Sea como fuere, sería muy difícil encontrar en nuestro entorno un país que se nos asemeje siquiera un poco.  Debe calificarse como extraordinario que un partido que acoge en su seno tal cantidad de truhanes pueda gobernar y mangonear un país que se dice europeo, civilizado, y occidental

Recordemos sin embargo que el gobierno de esta tropa no contaba con el apoyo mayoritario de los votantes (a pesar de los muchos que consintieron), y que fue una maniobra solidaria de la gran coalición (con el PSOE y C’s como coaligados y González Felipe como padrino de boda) la que nos regaló unos cuantos años más de recortes y corrupción, estirada ahora en nueva agonía gracias al PNV.

La dicha tropa de políticos corruptos no solo se han llevado la pasta de todos que motiva tanto recorte de los de siempre, sino que con total impunidad y sin ningún freno ha intervenido también nuestra justicia para campar a sus anchas durante sus razias. Quizás por ello, al día de hoy, tantos ciudadanos españoles tienen que buscar justicia en los tribunales europeos.

Y con el mismo objetivo de impunidad, esta famiglia numerosa ha intervenido los medios públicos de información, que en teoría son de todos y en la práctica solo sirven para lavar cerebros, al objeto de tapar con mayor eficacia sus fechorías y devolvernos a la caspa neblinosa de tiempos no tan pretéritos.

Casamenteros de la muerte y padrinos de desastres, poca vida futura puede brotar de esa tierra baldía.
¿Zaplana que número hace en esta danza de la muerte?
Y quien dice Zaplana dice el secretario de Estado de Hacienda (hay que ver lo que puede camuflar un título rimbombante), número dos de Montoro, cuidador de dineros públicos, y uno más en este desfile.

Al respecto de este desfile, la tropa ha dicho (por decir algo y no callarlo todo) que en todos estos años ni ha visto nada, ni ha oído nada, ni ha conocido nada, y que lo único que han hecho es destruir discos duros comprometedores con un martillo pilón, lo cual es una forma como otra cualquiera de practicar deporte.
O como decía de forma más gráfica el exministro González Díaz en las cloacas de este Estado-cloaca:
aunque el presidente del gobierno es sabedor y siempre lo ha sido (además de cooperante), su mano derecha ignora lo que hace su mano izquierda.

Vamos a ser sinceros: ¿Es posible seguir este desfile  sin acabar con la cabeza como  un bombo? Hagan cuentas. También en dinero contante y sonante sustraído de las arcas públicas.

Hace mucho que nos hemos perdido.
De dos en dos y de tres en tres, ese árbol podrido va desgranando sus torpes y venenosos frutos mientras los cuervos revolotean en un cielo gris que amenaza tormenta.
Vamos camino de un erial arrasado por el granizo.

Dicen que Zaplana preparaba con C’s la «operación renove» en Valencia, lo cual de ser cierto solo puede calificarse de Ilustrativo y sintomático.

Esto de «Ciudadanos» se parece cada vez más a un mal chiste, o a esos cuentos para infantes en que el lobo se disfraza de abuelita.

No obstante, la tropa -ha informado Maíllo- va a tomar medidas drásticas contra la corrupción. Lo que no se sabe es si tales medidas se tomarán desde fuera o desde dentro de la cárcel, este siglo o el que viene.

Si lo pensamos bien y acertamos con las palabras correctas, esta tropa es la auténtica chusma.

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